Llega un momento en la vida de todo escritor en el cual siente la amenaza del robo intelectual. Hoy aprenderemos cómo canalizar esta situación.
¿Quién no ha tenido alguna vez miedo de ver su texto con la firma de otro encima? Todo escritor, y en especial aquellos que comparten su contenido por internet, sufre o ha sufrido en alguna ocasión el temor a ser plagiado o a que otro se haga de oro con su trabajo. Es un miedo racional, ya que la propiedad intelectual está en ocasiones tan pervertida como la puta de Babilonia (si se me permite la expresión).
Vale, Alister, ya nos has metido el miedo en el cuerpo. ¿Ahora qué hacemos?. Bueno, para empezar mantener la calma; que exista la posibilidad de un apropiación indebida de obras ajenas no significa que te vaya a suceder. Aún así, para evitar infartos innecesarios, te recomiendo seguir unas pautas que harán tu vida mucho más sencilla.
Antes que nada prevención: prevenir es curar, de modo que si temes que algún advenedizo se atribuya o haga uso ilícito de tu obra lo mejor es registrarla. Evidentemente no es obligatorio que registres cada microrrelato que escribas, eso ya depende de ti, pero recuerda que no hacerlo deja la puerta abierta a que otros lo hagan por ti, y entonces te será muy difícil demostrar la apropiación indebida. Por si decides hacerlo te resumo brevemente dos métodos basados en mi experiencia.
- SafeCreative: Archiconocido y al nivel del famoso Creative Commons, esta web que cuenta con la posibilidad de registro gratuito te permite registrar y proteger sin conste alguno un máximo de 15 obras. El registro es sencillo y su uso absolutamente intuitivo; también permite registrar bajo seudónimo y a mi criterio cuenta con un buen servicio de atención al cliente.
- Registro de la Propiedad Intelectual: El método tradicional, llevar tu obra a registrar de forma presencial (aunque en algunos lugares existe la posibilidad de realizar el trámite por internet) y por un módico precio tu creación estará a salvo de cualquier plagio. Es un método recomendable para obras grandes y también para desconfiados, ya que al depositar tu obra en manos de una autoridad competente parece que puedes respirar tranquilo. No desaconsejo este sistema, sobretodo si tenéis intención de publicar y comercializar vuestra obra por internet, porque de cara a procesos judiciales tiene más precedentes. Aunque claro, este sistema tiene una desventaja: el registro sólo tiene validez dentro del territorio del país.
Vale, supongamos que has registrado tu obra y que una persona (obviamente confusa) ha decidido publicar tu obra en un blog o hacerla suya. Ante todo tranquilidad; te invito a tomarte 24h de reflexión antes de lanzarte a obrar alguna locura movido por la ira.
A continuación lo que deberías hacer es valorar hasta qué punto es flagrante el plagio: si se trata de un solo párrafo, si lo han publicado en un blog diminuto, si el plagio es obra de una multinacional... Y entonces actuar en consecuencia, porque tal vez no te vale la pena sumergirte en un proceso judicial por cuatro palabras.
Luego de esto debes sopesar qué pretendes obtener: la retirada de la obra, el reconocimiento de tu persona como autor intelectual de la obra, una indemnización, varias de estas opciones. Aclarados tus objetivos te será mucho más fácil hacer frente a la situación.
Durante todo el proceso recomiendo contar con el asesoramiento de un abogado especializado en propiedad intelectual, él o ella sabrán guiarte mucho mejor y garantizarán que, llegado el caso, el proceso judicial culmine con éxito.
Sería muy positivo tratar de llegar a un acuerdo amistoso con el infractor antes de emprender acciones legales. En ocasiones el plagio se produce por falta de conocimiento, casi por accidente, podríamos decir. Sería bueno para ti hablar con esa persona antes para aclarar malentendidos, podría ahorrarte mucho tiempo y dolores de cabeza. Ahora bien, si al contactar con esta persona se muestra poco colaborativa te recomiendo tomar las medidas que sean precisas para defender tus derechos de autor.
Para garantizar que puedes defender tu autoría debes presentar ante tu abogado todas las pruebas que puedas. Esto es: los documentos acreditativos que te proporcionaron después de registrar tu obra (si lo hiciste por internet puedes descargarlos o solicitarlos al servicio de atención al cliente). Con esto ya tienes la mitad del camino hecho, aunque claro, nada garantiza que ese infractor te vaya a pagar los dos millones de euros que le exiges... ;)
Poco más puedo añadir, espero que esta entrada pueda serte de utilidad, o al menos calmar tus nervios. No estás solo ante este tipo de agravios, es una de las pegas de ser escritor: siempre habrá alguien dispuesto a parasitar tu trabajo. Pero esto no debe quitarte las ganas de seguir escribiendo, sólo faltaría.
Y con esto me despido; te invito a compartir tu experiencia y tu opinión en asuntos legales y de derechos de autor en los comentarios y a compartir esta entrada con aquellos que consideres que les puede ser de utilidad. ¡Nos leemos!
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