El paisaje en los mundos de fantasía

La maldad humana no conoce límites, Twitter me lo ha demostrado, y por causa de este hecho me veo arrastrada a escribir una entrada algo... extraña: El sexo de las mariposas en la Edad Media.

Como era de esperar, tan sugerente título ha causado revuelo y las más dispares reacciones. Para muestra un botón:

Reacción de Geek ¿mariposas o sexo ent?

Reacción de @NaryaCirdan 

Pero Alister, en el título pone que hoy hablarás sobre el paisaje.

Sí, lo sé, es que en la encuesta que hice me pedíais un artículo de Worldbuilding, así que haré un combo para contentaros a todos (pero no os acostumbréis a estas cosas, ¿entendido? ¬¬).

Venga, tanto si estás aquí por las alas de colores como por el desarrollo de mundos, siéntate y disfruta del artículo más extraño que he hecho en mi vida XD

Hablemos de paisaje. En otras entradas habíamos tratado sobre el diseño de la geografía en nuestros mundos de fantasía, y también sobre flora y fauna, de modo que voy a dar la dimensión natural del paisaje por explicada y me centraré en su dimensión humana.

¿Y esto que es? Pues todos los cambios y adaptaciones que los seres humanos realizan en su entorno para hacerlo más cómodo a sus necesidades.

Ojo, no estoy hablando de construcciones como tal, para eso ya hice una entrada sobre arquitectura, hablo de grandes estructuras que moldean el entorno natural.

Para describir estas distintas modificaciones que los humanos introducen en su medio me basaré en los hábitos sexuales de las mariposas. Os lo creáis o no, tiene bastante que ver con el paisaje.

1. La mariposa monarca y las rutas

Desde la Edad Media, esta vistosa especie es famosa por su migración anual en dirección sur realizada entre los meses de agosto y noviembre. 

Lo impactante es que, para llegar hacia el hemisferio norte, necesitan una media de tres generaciones (varias escalas de polvetes), mientras que para volver hacia sus criaderos del sur les basta con una super-generación que aguanta la travesía completa.

Pareja de mariposas dándolo todo

Los humanos, en especial las tribus nómadas, también realizan largas migraciones anuales (y supongo que también hacen parada en boxes para darse amor), del mismo modo que existen rutas comerciales fijas.

Te he dado mucho la brasa con la importancia de controlar la economía y la circulación de personas y productos, de modo que, como buen escritor, tienes que conocer y controlar el funcionamiento de estas grandes rutas.

Pero a diferencia de las estúpidas y sensuales mariposas monarca, nosotros no nacemos con un GPS que nos indique por dónde se va, necesitaremos construir carreteras y delimitar rutas de navegación.

Sí, amigo: coge ese mapa que con tanto amor dibujaste, y llénalo de rayas que marquen las principales vías de intercambio y comunicación, terrestres y marítimas. Señala también los principales puertos y centros de distribución.

De este modo te asegurarás de que no circule ni un tocón de pino blanco por tu mundo sin que sepas de dónde viene y cuál es su destino.

2. La mariposa marrón africana y la comunicación a distancia

La mariposa conocida como Bicyclus anynana, oriunda del continente africano, destaca en su vida sexual por la curiosa manera con la que atraen a sus parejas.

Machos y hembras poseen unas manchas en las alas con forma de ojo y, dependiendo de la estación, es uno u otro sexo el que bate con fuerza las alas para hacerlas brillar.

De esta manera, indican a las posibles parejas que se hallan cerca de su territorio que están en óptimas condiciones para echar un polvo.

Mariposas africanas en consumación de amor

También las razas humanoides de nuestros mundos de fantasía deben desarrollar formas para comunicarse a distancia. 

Las cartas están muy bien, y las palomas mensajeras son muy románticas, pero cuando una horda de (inserte aquí enemigo terrible, como por ejemplo los elfos) se lance contra las puerta de tu ciudad, vas a necesitar algo más rápido para pedir refuerzos.

Es importante para crear cohesión social y desarrollar una buena defensa del territorio que ciudades y pueblos cercanos cuenten con un sistema de comunicación que les permita alertarse en caso de peligro.

Las torres de vigilancia son un clásico: en cuanto se divisa al enemigo, se enciende fuego en el punto más alto para alertar del ataque inminente. Las torres cercanas reciben el mensaje y lo transmiten a su vez.

También es posible crear sistemas más complejos, como las torres de clacs de Mundodisco. Todo depende del nivel de desarrollo tecnológico de tus mundos de fantasía.

A un nivel más mundano también existen métodos de comunicación indirecta que nos permiten identificar ciertos tipos de establecimiento, invitaciones a participar en alguna actividad... etc. Es un lenguaje indirecto y a distancia a pequeña escala.

Ejemplos:

En la ciudad de Awaw los prostíbulos se señalan dejando siempre las luces del local encendidas.

Ver una puerta pintada de rojo en Gondila indica que allí vive un médico-cirujano avalado por el rey.

3. La mariposa hoja muerta y los refugios

Hay para quienes la intimidad es un requisito básico para desatar su pasión, y algo parecido le ocurre a la mariposa hoja muerta, que no se libra de su disfraz ni en pleno acto amoroso.

Esta mariposa debe su fama a la peculiar forma de sus alas, que la ayudan a confundirse con el follaje caído del sotobosque, su hábitat ideal. Se trata de una especie tan precavida, que ni follando se dejan ver (les daran miedo los voyeuristas?)

No tengo claro si es sexo u onanismo... ^^'

Como los seres humanos todavía no hemos aprendido a mimetizarnos en el entorno, es tu obligación como escritor proporcionar a tus personajes lugares de reposo, asilo y descanso a lo largo de su periplo.

Asi, a las redes de comunicación antes trazadas, hay que añadirles espacios y localidades que permitan hacer un alto en el camino.

Esto pueden ser posadas, templos, santuarios, ciudades surgidas al borde del camino, refugios de montaña... Cuando planifiques el viaje de tus protagonistas (o del tesoro que se han hecho trae desde Dios sabe dónde) debes tener en cuenta estos espacios, pues no solo son necesarios, sino que influyen en el tiempo de viaje.

Vamos a ser sinceros: hay un límite de noches al raso que una persona está dispuesta a soportar, así que si no les das cobijo, tus personajes van a remolonear en cada ciudad que pisen. O peor: se van a desviar de la ruta establecida para visitar esa posada tan cuqui donde sirven vino verde.

Y no, aunque tus personajes sean como un jodido paladín estoico: si se les viene encima una tormenta de nieve van a desviarse a buscar refugio (no siempre la épica dramática se impone al sentido común).

Lo dicho: dales albergue o tu princesa tardará tres meses más en volver a reclamar su legítimo trono (y cuando llegue, los usurpadores la rajarán como a una puerca).


Y con esto termino la entrada de hoy, que creo que ya he cumplido con la demanda del público: hay worldbuilding y sexo entre mariposas. No os podéis quejar.

Ahora, como sois unas personas agradecidas y amables, vais a lanzarme flores en los comentarios para elogiar mi trabajo. ¿Verdad que sí?

¡Nos leemos! ^^