El worldbuilding puede ser tu mejor aliado... o tu peor enemigo.
Este miércoles estuve con Víctor Blanco y Roberto Alhambra en Barcelona en su charla sobre grimdark, y entre los muchos temas que se trataron (y que desgranaré en la entrada del martes), éste llamó especialmente mi atención.
Tratando sobre cómo llevar a cabo un worldbuilding decente, acabaron hablando de los peligros inherentes a la construcción de mundos.
Y es que, contrariamente a lo que puede parecer, un mal worldbuilding no es lo peor a lo que escritor de fantasía puede enfrentarse, existe algo peor: el enciclopedismo.
O dicho de manera menos pedante, dar la brasa a tus lectores como si no hubiera un mañana, desgranando hasta el último detalle del mundo creado.
A aquellos que habéis leído varias de mis entradas sobre worldbuilding os sonará lo que voy a decir a continuación, y es que el mayor error que un escritor de fantasía puede cometer es confundir su worldbuilding con lo que finalmente aparecerá en la obra.
Es un error común, y muchas veces inconsciente. Hemos pasado tanto tiempo trabajando en la construcción de nuestros mundos, que a la hora de redactar nuestra novela queremos que aparezca TODO.
Y eso no puede ser: un libro no es una enciclopedia. Cuando seáis ricos y famosos como George R. R. Martin, ya haréis una enciclopedia de vuestro mundo, pero no antes ^^'
Pero eso no quiere decir que vuestro esfuerzo no haya servido para nada, ni mucho menos. Simplemente, hay que buscar el punto medio entre profundidad y abrumo.
¿Y cómo se hace eso? He aquí una lista de sencillos consejos para no renunciar a nuestro worldbuilding y, a la vez, evitar aburrir al lector.
Existen infinidad de aspectos a trabajar en la construcción de mundos: economía, sociedad, clima, cultura...
Todos ellos son importantes y deben trabajarse en el proceso de desarrollo de la historia, pero a la hora de hacer hincapié en ellos en nuestra novela, es importante decidir cuáles son imprescindibles.
Es duro, pero no podemos dedicar páginas y páginas a los unicornios rosas, por mucho que nos trabajásemos su creación como especie, si solo van a aparecer en un capítulo.
Los irrenunciables son aquellos aspectos sin los cuales partes de la trama resultarían incomprensibles. Tres puede ser un buen número a la hora de decidir.
Una vez seleccionados aquellos aspectos en los cuales vamos a profundizar, es necesario decidir cómo vamos a presentárselo al lector.
Existen muchas formas de hacerlo, pero hay que tener siempre presente que el objetivo es lograr que nuestro público comprenda sin que le resulte tedioso o abrumador (y si además podemos lograr que se interese, éxito total).
La forma que yo recomiendo es la explicación sutil fragmentada. Es decir, fraccionar el total de la información que queremos revelar al lector y irla desgranando a lo largo de la narración, no necesariamente en orden.
El único requisito para usar esta técnica es que el lector cuente con toda la información necesaria ANTES del momento en que le sea imprescindible.
Se parece un poco a jugar a los policías: el detective tiene todas las pistas antes de poder resolver el caso, el misterio consiste en encajarlas como corresponde.
Sin embargo, también puedes presentar los datos que desees mediante el uso de un diálogo, donde un maestro ilustra al personaje (lector) sobre ciertos aspectos. ¡Pero no te pases de cargante y resabido!
Por último, también puedes dejar que los datos fluyan a través de la narración. Lo mismo le dirá al lector que un personaje explique a otro que en su país los rubios son marginados, que si describes una calle en la cual un gran señor cocea a una persona de cabellos rubios llamándola "infraser de pelo claro".
Técnica válida tanto para nuestros imprescindibles como para el resto de los aspectos del worldbuilding. No seas pintor de brocha gorda y procura dar pinceladas suaves de aquello que creas más llamativo al lector.
La escritura comparte con el erotismo la belleza del insinuar sin mostrar. Hay que dejar que el lector interprete y comprenda sin tratarlo como si fuera idiota.
Cuando escribas, piensa en tus lectores como un forastero (de hecho lo son, extranjeros en un mundo nuevo), y trata de que comprenda la cultura del lugar sin abrumarlo.
El proceso puede ser gradual y suave, pero también se puede iniciar con un contraste brutal, el posterior desconcierto y, finalmente, el aprendizaje.
Por último, querría mencionarte una última verdad: el lector nunca dejará de ser un turista, por bien que conozca tu mundo, siempre habrá aspectos que no comprenda del todo o que desconozca. A fin de cuentas, él no ha escrito ese libro ;)
¡Nos leemos!
Tratando sobre cómo llevar a cabo un worldbuilding decente, acabaron hablando de los peligros inherentes a la construcción de mundos.
Y es que, contrariamente a lo que puede parecer, un mal worldbuilding no es lo peor a lo que escritor de fantasía puede enfrentarse, existe algo peor: el enciclopedismo.
O dicho de manera menos pedante, dar la brasa a tus lectores como si no hubiera un mañana, desgranando hasta el último detalle del mundo creado.
Imaginad el maletín como vuestra obra ¿la vais a cargar TANTO? |
A aquellos que habéis leído varias de mis entradas sobre worldbuilding os sonará lo que voy a decir a continuación, y es que el mayor error que un escritor de fantasía puede cometer es confundir su worldbuilding con lo que finalmente aparecerá en la obra.
Es un error común, y muchas veces inconsciente. Hemos pasado tanto tiempo trabajando en la construcción de nuestros mundos, que a la hora de redactar nuestra novela queremos que aparezca TODO.
Y eso no puede ser: un libro no es una enciclopedia. Cuando seáis ricos y famosos como George R. R. Martin, ya haréis una enciclopedia de vuestro mundo, pero no antes ^^'
Pero eso no quiere decir que vuestro esfuerzo no haya servido para nada, ni mucho menos. Simplemente, hay que buscar el punto medio entre profundidad y abrumo.
¿Y cómo se hace eso? He aquí una lista de sencillos consejos para no renunciar a nuestro worldbuilding y, a la vez, evitar aburrir al lector.
1. Selección
Existen infinidad de aspectos a trabajar en la construcción de mundos: economía, sociedad, clima, cultura...
Todos ellos son importantes y deben trabajarse en el proceso de desarrollo de la historia, pero a la hora de hacer hincapié en ellos en nuestra novela, es importante decidir cuáles son imprescindibles.
Autor seleccionando aspectos de Worldbuilding para incluir |
Es duro, pero no podemos dedicar páginas y páginas a los unicornios rosas, por mucho que nos trabajásemos su creación como especie, si solo van a aparecer en un capítulo.
Los irrenunciables son aquellos aspectos sin los cuales partes de la trama resultarían incomprensibles. Tres puede ser un buen número a la hora de decidir.
2. Introducción
Una vez seleccionados aquellos aspectos en los cuales vamos a profundizar, es necesario decidir cómo vamos a presentárselo al lector.
Existen muchas formas de hacerlo, pero hay que tener siempre presente que el objetivo es lograr que nuestro público comprenda sin que le resulte tedioso o abrumador (y si además podemos lograr que se interese, éxito total).
La forma que yo recomiendo es la explicación sutil fragmentada. Es decir, fraccionar el total de la información que queremos revelar al lector y irla desgranando a lo largo de la narración, no necesariamente en orden.
El único requisito para usar esta técnica es que el lector cuente con toda la información necesaria ANTES del momento en que le sea imprescindible.
Se parece un poco a jugar a los policías: el detective tiene todas las pistas antes de poder resolver el caso, el misterio consiste en encajarlas como corresponde.
Sin embargo, también puedes presentar los datos que desees mediante el uso de un diálogo, donde un maestro ilustra al personaje (lector) sobre ciertos aspectos. ¡Pero no te pases de cargante y resabido!
Así acaba un lector tras un diálogo cargante: muerto en su mayoría |
Por último, también puedes dejar que los datos fluyan a través de la narración. Lo mismo le dirá al lector que un personaje explique a otro que en su país los rubios son marginados, que si describes una calle en la cual un gran señor cocea a una persona de cabellos rubios llamándola "infraser de pelo claro".
3. Suavizar
Técnica válida tanto para nuestros imprescindibles como para el resto de los aspectos del worldbuilding. No seas pintor de brocha gorda y procura dar pinceladas suaves de aquello que creas más llamativo al lector.
La escritura comparte con el erotismo la belleza del insinuar sin mostrar. Hay que dejar que el lector interprete y comprenda sin tratarlo como si fuera idiota.
Cuando escribas, piensa en tus lectores como un forastero (de hecho lo son, extranjeros en un mundo nuevo), y trata de que comprenda la cultura del lugar sin abrumarlo.
El proceso puede ser gradual y suave, pero también se puede iniciar con un contraste brutal, el posterior desconcierto y, finalmente, el aprendizaje.
Por último, querría mencionarte una última verdad: el lector nunca dejará de ser un turista, por bien que conozca tu mundo, siempre habrá aspectos que no comprenda del todo o que desconozca. A fin de cuentas, él no ha escrito ese libro ;)
¡Nos leemos!
Otro de los problemas del worldbuilding es saber cuándo parar. No necesitas la misma cantidad de información si vas a escribir tres novelas que una sola ambientada en el mismo mundo. No creo que compense estar 1 año con el worldbuilding si planificar la novela y escribirla te va a durar dos meses y no vas a volver a ello nunca más. Tanto en esto, como en lo que comentas, es difícil (pero necesario) encontrar un equilibrio. Pero creo que empezar evitando el infodumping es lo básico. Gracias por tus consejos ^^ Un abrazo.
ResponderEliminarUy, ya salió el tema polémico: ¿dónde debemos parar? Daría para otra entrada entera intentar encontrar esos límites, y aún así dudo que pudiera hallarlos ^^'
EliminarAdemás, que yo soy de las que se emocionan y no saben cuándo detenerse. Lo único bueno es que a veces reciclo, y aquello que no usé para una novela, lo aprovecho para otras ^^
Es tan interesate y tan necesaria esta entrada! Pienso un poco en la teoría del iceberg: no vas a poner absolutamente toda la info, sino la relevante; pero lo que se excluye, en realidad, nos sirve de apoyo para manejar mejor lo que sí mostramos.
ResponderEliminarCreo que la búsqueda de los límites es un ejercicio constante de identificación de lo relevante y de perderle el miedo a la edición implacable.
Lo más grandioso es que aprendí todo esto escribiendo una de mis últimas monografías para la facultad :PPP
Saludos!!
Totalmente de acuerdo, perder el miedo a la tijera puede ser la mejor manera de establecer el límite.
EliminarSi es que los trabajos de la facultad, a parte de robarnos tiempo, a veces nos enseñan más que los propios maestros que nos los endilgaron ^^'
Totalmente de acuerdo, perder el miedo a la tijera puede ser la mejor manera de establecer el límite.
EliminarSi es que los trabajos de la facultad, a parte de robarnos tiempo, a veces nos enseñan más que los propios maestros que nos los endilgaron ^^'
Oh, justo iba a publicar una entrada sobre cómo introducir el worldbulding sin abrumar a tu lector. Lo dejaré para más adelante, mejor xD
ResponderEliminarMuy buenos consejos y muchos grandes escritores debería aplicarse al cuento xD
Nos leemos!
Avisa cuando publiques esa entrada ;)
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