Si el niño que podía volar ha dado nombre a una patología psicológica, ¿por qué no usarle para hablar de los tipos de escritor?
Ya iba tocando una reflexión de esta índole en el blog, que desde la de El Principito no había vuelto a escribir ninguna (y de eso ya hace mucho).
Ya iba tocando una reflexión de esta índole en el blog, que desde la de El Principito no había vuelto a escribir ninguna (y de eso ya hace mucho).
Leyendo uno aprende a escribir, pero también muchas otras cosas: se aprende sobre los seres humanos y también sobre uno mismo.
Curiosamente, la idea para este post surgió también a raíz de la obra de Saint-Exupéry. Hablando con un amigo me percaté de que, por suerte o por desgracia, yo nunca he entendido al Principito, y tampoco a Peter Pan.
El motivo me resulta incierto. Algunos lo atribuyen a mi forma de entenderlo, a que tal vez leí su historia demasiado tarde... Pero yo creo que depende de la concepción de la realidad.
El motivo me resulta incierto. Algunos lo atribuyen a mi forma de entenderlo, a que tal vez leí su historia demasiado tarde... Pero yo creo que depende de la concepción de la realidad.
Reflexionando, me di cuenta de que en el mundo existen dos tipos de personas: las que se llevan bien con el líder de los niños perdidos, y los que desearíamos verlo desfilar por la tabla.
¿Y qué tiene que ver esto con la escritura?
¿Y qué tiene que ver esto con la escritura?
Bastante, porque esta división, mis queridos lectores (y paro ya de dar la brasa), también se puede aplicar a los escritores, en especial a los de fantasía, y puede llegar a condicionar bastante su forma de escribir y de organizarse.
Si no os lo creéis, os invito a seguir leyendo ;)
1. Los escritores pro-Peter
Este hermoso colectivo, alumnos aventajados a su vez de la escuela de Howl (si no sabéis quien es, deberías leerlo), se caracteriza por irradiar tranquilidad, ilusión y espontaneidad. Son niños mayores, que se ilusionan con los proyectos en los que creen.
El único Peter Pan que he soportado en la vida |
Los juntaletras de este grupo son, por tanto, entusiastas y están llenos de energía, siempre embarullados en mil y un proyectos, a cada cual más extraño.Y todo por la sencilla lógica del "si lo crees, lo creas".
Son personas que no sienten el temor de lanzarse a la piscina, ni de perseguir sus metas sin cansarse jamás. Nunca verás a un escritor de este tipo desanimarse o renunciar sin haberlo intentado antes.
No les asusta el fracaso, y si uno de sus planes no prospera, en seguida encuentran otro en el que centrar su atención. Y es que para ellos, es el camino lo importante.
Además, este tipo de escritores tiene una capacidad notable para maravillarse, cosa muy importante para escribir fantasía. Divagar es un talento innato en la mayoría de ellos, y pueden pasar horas sumergidos en sus propias ensoñaciones.
Su mente es, por así decirlo, un enlace directo a Nunca Jamás, y son capaces de ir y venir desde los más recónditos parajes de la fantasía sin necesidad de mapas.
A causa de esto, se sienten más cómodos escribiendo con brújula que marcando pautas, y se embarcan en la creación de su obra con el mínimo de planificación, pues odian cualquier tipo de cadena que les ate.
Y así pueden pasarse horas... |
Pero no todo son virtudes, y tal vez su mayor defecto sea la inconstancia, pues son personas que se mueven a fogonazos, y que tan pronto se encandilan de una idea como la desechan sin remordimiento alguno, como un niño al cansarse de un juguete.
Así pues, les costará centrarse en un solo proyecto de larga duración o magnitud, y prefieren ir jugando y probando, o bien intercalar cosas diferentes entretanto. De ahí puede deducirse que su especialidad son las novelas cortas e intensas.
Además, dado su talante independiente, les cuesta mucho plegarse ante el horario, y respetar los plazos de entrega les cuesta un verdadero sacrificio. Trabajan más cómodos y mejor siguiendo su propio ritmo.
2. Escritores pro-Garfio
Los escritores de la escuela del capitán James Hook (donde me incluyo) son la antítesis de todo lo dicho antes.
¿A quién llamaste bacalao? ^^ |
No son enérgicos ni espontáneos como sus opuestos, sino más bien comedidos y reflexivos. Tienen un talante marcado por la sobriedad (y no porque no beban cerveza...).
Un escritor de este segundo grupo no se lanzará sin meditarlo profundamente a un nuevo proyecto. Cualquier nueva aventura que vayan a emprender habrá sido analizada y meditada previamente.
En muchos casos, esta cautela excesiva se debe a un temor al fracaso o a ser juzgados, pues aunque tienen el ego como el Arco del Triunfo, no toleran bien los errores (ni en ellos, ni en nadie de su entorno).
Sin embargo, su nivel de compromiso es muy alto una vez aceptar unirse a un proyecto, pues su mentalidad no concibe dejar de lado algo que empezaron, y para bien o para mal, siempre lo terminan, sin importar el resultado.
Es esta perseverancia lo que les permite embarcarse en proyectos de gran envergadura sin desfallecer o buscar otras vías de evasión. Las sagas y las novelas largas no les echan para atrás, vaya.
Además de obstinados son metódicos, y del mismo modo que analizan y sopesan cada decisión que toman, también planean con minuciosidad cada detalle de su obra.
Con un arma por mano, se es metódico por cojones |
Son amantes del mapa, del orden y de la seriedad. Para ellos, escribir es algo que debe ser tratado con rigor y sin cachondeo. No es que no disfruten de escribir, es que para ellos la escritura es un proceso que no debe ser tomado a risa.
Por desgracia, esta mentalidad racional y centrada los hace menos propensos a la divagación, pues consideran que estar sentado pensando sin hacer nada es tirar el tiempo (para pensar ya está la ducha, el viaje en tren...).
Y es que la gran obsesión de los discípulos de Garfio es y será siempre el tiempo. Amortizar cada segundo es vital para ellos, por eso la actitud calmada de sus opuestos les saca de quicio.
La buena noticia es que este miedo irracional
Y hasta aquí mi reflexión. Tras este análisis, creo que no es posible decir que uno de los dos tipos es mejor que otro, pues cada uno de ellos convive con distintas virtudes y defectos que los limitan.
Tal vez sea que, del mismo modo que Pan necesita a Garfio, estos tipos se complementan el uno al otro, y cuando colaboran (aunque choquen las espadas) el resultado suele ser impecable.
Quizá el mejor escritor es un híbrido, aquel que se asemeja a Wendy y está a medio camino entre la ensoñación fantasiosa y la perseverancia propia de un carácter adulto. Eso decididlo vosotros.
Pero antes de que salgáis volando, respondedme a una pregunta: ¿sois de Garfio o de Peter Pan?
¡Nos leemos! ^^
Me acabo de dar cuenta que soy pro Garfio total O.o Desde mi época de estudiante siempre me ponía hacer los trabajos o estudiar a ultima hora y no se explicaban como lo sacaba de notable "Esta tiene potra" y es que trabajo mejor contra el tiempo, que si hay tiempo de sobra.
ResponderEliminarGenial Post *aplaude*
Un Saludo :)
Yo también soy pro Garfio, pero porque me gusta correr más que el reloj XD
EliminarDebo tener personalidad múltiple, porque lo de identificarme con un tipo u otro va por temporadas. Tengo capacidad para maravillarme y mostrar síntomas de neurosis a partes iguales.
ResponderEliminarNo te preocupes, debes ser un poco Wendy ^^
EliminarDe todas maneras, es mejor una postura híbrida, porque los que son pro-Peter, acaban necesitando a un Garfio que los vaya instando a centrarse y terminar. Y los que son pro-Garfio, tendemos a buscar en la refrescante perspectiva de nuestros opuestos.
En cambio tú, vienes con el pack completo: son todos ventajas ^^
Pues soy Wendy entonces porque tengo de los dos, la verdad. El problema es que he tardado en darme cuenta de que no encajo en ningún extremo y aún estoy en medio, intentando encontrar el punto de equilibro.
ResponderEliminarPor cierto, bonita manera de hablar de los escritores brújula y mapa ^^
Jajajaja, me has pillado XD
EliminarEs que lo de brújula-mapa estaba muy visto, y a mí me hace más gracia buscar equivalencias en personajes de libros. No sé, me parece más cercano ^^'
No, me parece bien, yo pienso igual. Hace poco estuve buscando artículos sobre este tema porque cuando la gente hablad esto, siempre usa estos mismos términos. Además, raro era el artículo que mencionaba o incluso lo tenía en cuenta como un tipo más el escritor que es híbrido.
EliminarLas listas buscan enumerar tipos puros (y a veces opuestos), pero hay que tener en cuenta que son arquetipos, y como tal, es muy complicado encontrar a alguien que sea 100% lo uno o lo otro. Son modelos meramente orientativos =P
EliminarQue buen análisis! yo soy como Garfio totalmente con el toque de Peter que puede viajar directamente a la tierra de nunca jamás. XD
ResponderEliminarEso es tener un as en la manga (o un garfio) XD
EliminarHe aquí una Peter Pan en toda regla. Incluso en las cosas menos ventajosas. A veces me gustaría poder ser un poco menos explosiva y más centrada. Gracias por el magnífico post. Está muy acertado! Besis :-*
ResponderEliminarHombre, por fin un Peter en mi blog! Ya pensaba que no iba a aparecer ninguno, con tanto Garfio...
EliminarMe alegro de que te haya gustado ^^
Imagino que soy Wendy, en ese caso. Porque me emociono y me dedico a hacer planes de la historia a lo loco. Necesito todo el mundo, y las ideas bien atadas para escribirlas. No puedo escribir capítulos sueltos porque si no voy en orden entro en pánico, porque estoy segura de que esa escena que me invento no va a estar en el plan de mis personajes hacerla y me resulta extraño hacerla.
ResponderEliminarPero me parece una metáfora muy bonita para hablar de los escritores ^^
Ay, la obsesión con el orden... Cómo te entiendo ^^'
EliminarCuando he empezado a leer he dicho OMG soy pro-Peter total. Pero luego he leído la otra y he dicho No, no, soy pro-Garfio. Así que supongo que soy un poco Wendy, sí... Tengo mogollón de ideas y proyectos pero no me pongo en serio con casi ninguno y los voy dejando porque se me acumulan. Sobre todo me pasa lo de divagar jajaj me puedo tirar horas pensando escenas que a lo mejor no ocurren nunca pero que me ayudan a conocer a los personajes. Aunque sí me gusta planificarlo todo bastante y tener las cosas bien claras antes de empezar, algunas veces termino yéndome por otros caminos que no esperaba. Pero, sobre todo, no considero que escribir sea un cachondeo a pesar de identificarme más con el primer grupo. Para mí es algo muy serio y que merece toda mi atención (cuando me pongo jaja).
ResponderEliminarMuy buena entrada :)
Bueno, es importante divagar para conocer bien a tus personajes; es solo una manera distinta de amortizar tu tiempo. Ambos tipos tienen puntos fuertes y debilidades, así que ser un híbrido supongo que ayuda a sortear esas debilidades ^^
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