Porque la convivencia el respeto son básicos.
Las nuevas tecnologías han supuesto una revolución a todos los niveles en nuestra sociedad. Y el mundo literario no se ha quedado al margen de estas transformaciones.
En la actualidad, los escritores y las editoriales necesitamos estar presentes en el mundo digital si queremos dar a conocer nuestro trabajo. Por ese motivo, resulta muy recomendable tener perfiles en al menos dos redes sociales desde las que puedan localizarte.
Ahora bien, gestionar dichos perfiles no es tan fácil, como bien explicaba Excentrya en este post. De hecho, es muy sencillo meter la pata y terminar incomodando a tu público potencial e incluso repeliéndolo.
Con el objetivo de evitar que algo así te suceda, aquí te dejo una lista de actitudes que tocan mucho las pelotas en RRSS y que deberías evitar cometer a toda costa.
1. SPAM SPAM SPAM
"Oye, lee mi libro", "Tengo un libro genial, número uno en Amazon", "Cómprame la primera parte de esta tetralogía, no habrás visto nada igual", "Compra y comparte"...
Esto es solo una pequeña muestra de los mensajes que uno puede encontrar buceando por las redes. Perfiles de escritores que te bombardean con banners promocionales las veinticuatro horas del día.
Todos tenemos en mente ejemplos de esta actitud y a la mayoría nos resulta igual de molesto ver cómo se nos colapsa Facebook o Twitter, engullido por este tipo de mensajes. Que, en la gran mayoría de los casos, se comparten automaticamente a través de otros servidores.
No me entendáis mal. Promocionar el trabajo de uno está bien, es incluso necesario. Pero acosar a los potenciales lectores con veinte mensajes al día no lleva a ninguna parte. Bueno, sí: a causarles repulsa y a lograr que nos bloqueen para no ver ni un mensaje más de nuestra autoría.
Spam: descripción gráfica |
Los expertos recomiendan que este tipo de promociones deben hacerse en proporción de 2/10, donde solo el 20% del contenido que compartas en redes debe ser propio y el resto pertenecer a otros autores cuya labor está relacionada con tu campo o pueda resultar de interés para tu público.
En redes, como en la vida real, si haces el plasta te mandan a tomar por donde amarga el pepino. Y créeme, no te interesa labrarte fama de cansino.
2. El complejo de pesca de arrastre
En algún momento del pasado, creo que fue hablando con Víctor Blanco, debatimos sobre las distintas maneras que los escritores tienen de aproximarse en RRSS a sus lectores y potenciales lectores.
Para él, existían dos modos de hacerlo: el del promotor de una ONG y el de el vendedor de un concesionario. Ambos son comerciales, pero su modo de actuar no es ni remotamente parecido. Como tampoco lo es el efecto que causan en los clientes que los tratan.
En el primer caso, los clientes se ven acosados por un vendedor pesado que los asalta por la vía pública y trata de hacerles partícipes de su iniciativa, mientras que en el segundo caso, es el cliente quien acude a pedir los servicios del vendedor como asesor.
Los escritores y editoriales deberían actuar como el comercial de un concesionario: mostrar sus productos en un escaparate y cuidar de los clientes que se interesan por ellos sin atosigarles ni obligarles a inscribirse en oferta alguna.
Y si actúas como un plasta, no se cansarán: te ignorarán |
Que tengas un proyecto genial en mente o se te ocurra la iniciativa del siglo, no es argumento para que cites e impliques a terceros en tu gran idea. Menos aún sin siquiera haberles preguntado antes qué les parece o si les gustaría formar parte.
No podemos ir acosando por las RRSS a nadie para que participe en nuestro concurso, se interese por nuestro sorteo o quiera reseñar nuestra novela. Este tipo de cosas se proponen por vías privadas, no con citaciones públicas.
Recuerda que las RRSS son espacios públicos, de modo que hacer llamamientos en ellas es como gritarlos por la calle agarrando a los transeúntes para que no escapen.
3. El piloto automático
De acuerdo. Prestar atención a les redes sociales en todas las franjas horarias es prácticamente imposible. Todos tenemos trabajos y obligaciones que nos impiden hacernos cargo 24/7 de nuestros perfiles públicos.
Ante esta situación, lo que podemos hacer es delegar su gestión en manos de un CM o bien usar servicios externos para programar la publicación de ciertos contenidos en determinadas franjas horarias.
La mayoría optan por este segundo método, que les permite mantener una actividad regular en RRSS aún cuando no pueden hacerse cargo personalmente de las mismas. Sin embargo, pensar que la programación puede hacer que te desentiendas de tus perfiles es un error garrafal.
Y en esto se convierten quienes piensan así |
Aunque compartir contenido automático está muy bien, la base del funcionamiento de las redes sociales es la interacción entre usuarios. De modo que si solo compartes contenido, sin responder a los mensajes ni a las menciones, la gente acaba por cansarse y te conviertes en un muro.
La programación de contenido debe ser una ayuda, no un sustituto de la interacción humana. Si no estás dispuesto a gastar el tiempo que eso requiere, es mejor que optes por pagarte un buen CM que lo haga por ti.
Siguiendo estos consejos, evitarás cometer tres de los fallos que más pueden enervar a los usuarios de RRSS y lograrás tener un perfil humano y libre de spam.
Con todo, estas no son las únicas meteduras de pata digitales que existen. Seguro que se os ocurren varias más (ajenas y propias) y estaría genial que las compartierais en los comentarios.
Así, además de hacer terapia por los traumas derivados, aprendemos todos y depuramos nuestra actitud en redes sociales. ¿Qué me decís? ¿Os interesa?
¡Nos leemos! ^^
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