No nos engañemos. Las adaptaciones de libros al cine rara vez son fieles. ¿Significa eso que sean malas? Pues después de leer El Castillo Ambulante tengo algo que decir al respecto.
No voy a mentir. Como muchas otras personas, yo conocí El Castillo Ambulante a través de su adaptación al cine, hecha por el Estudio Ghibli.
Me flipan sus películas, salto de la felicidad cada vez que anuncian una nueva. De hecho, la semana pasada dijeron que están trabajando en la adaptación de Earwig y la bruja.
Por si alguien no la conoce, se trata de una novela juvenil escrita por Diana Wynne Jones, también autora de El Castillo Ambulante (y cuya ficha podéis consultar en la web de La Nave Invisible).
Así pues, mi primer contacto con la historia del mago Howl y Sophie fue a través de las ilustraciones preciosistas de Ghibli. Y fue una experiencia tan agradable que cuando Nocturna publicó los libros, me lancé de cabeza.
Y claro, lo que se ve en la pantalla y lo que uno lee en las páginas del libro no se parece en absoluto.
Y claro, lo que se ve en la pantalla y lo que uno lee en las páginas del libro no se parece en absoluto.
Adaptación al medio
Cuando una obra literaria es llevada a la pequeña o gran pantalla, hablamos de una adaptación. Esto es: el contenido debe adecuarse al nuevo formato y sus tempos narrativos.
En una novela, los autores pueden dedicar páginas y más páginas a describir un escenario, un personaje, o un banquete para cien personas. Sí, George R. R. Martin, hablo de ti y de Canción de Hielo y Fuego.
Uno de los escenarios de la película de Ghibli |
Pero cuando esto se convierte en fotogramas, no es posible dedicar el mismo tiempo. Todo el contenido de esa descripción debe quedar atrapado en unos segundos y en varios planos generales.
Así pues, el reino de Ingary, donde transcurre la novela, se convierte en la película animada en varias escenas coloridas y vitales. Aunque curiosamente fieles a las descripciones de la autora, todo sea dicho.
No te puedes sumergir en los párrafos viendo una pantalla, eso es cierto. Pero sí puedes quedar atrapado en los detalles de una escena. El lenguaje se amolda, sí. Pero la sensación debería ser la misma en una buena adaptación.
Personajes y pantallas, damnificados
El primer golpe cuando una obra se adapta se lo llevan los personajes. A menudo, algunos de ellos mutan su aspecto respecto a la descripción del libro. Cuando se grava a imagen real, esto se hace para ahorrarse dinero en efectos especiales. No pongáis esa cara, el capitalismo manda.
Cuando hablamos de adaptaciones animadas, estos cambios responden a una necesidad estética. Si algo "no va a quedar bien" en cierto estilo, lo amoldas.
Así ocurre por ejemplo con Calcifer, el icónico demonio del fuego que acompaña a Howl. En el libro, su aspecto no se parece demasiado a la simpática bolita de fuego que aparece en El Castillo Ambulante. Su descripción es bastante más siniestra.
Cuando hablamos de adaptaciones animadas, estos cambios responden a una necesidad estética. Si algo "no va a quedar bien" en cierto estilo, lo amoldas.
Así ocurre por ejemplo con Calcifer, el icónico demonio del fuego que acompaña a Howl. En el libro, su aspecto no se parece demasiado a la simpática bolita de fuego que aparece en El Castillo Ambulante. Su descripción es bastante más siniestra.
Es adorable. Y también un poquito capullo (igual que en el libro) |
También otros personajes, como la Bruja del Páramo, sufrieron modificaciones en su aspecto. Aunque a juzgar por la entrevista que le hicieron a la autora y que hallaréis traducida en la edición de Nocturna de la novela, el resultado en ambos casos fue satisfactorio para ella.
Tramas con tijeras
Sin embargo, la parte más delicada de una adaptación es reflejar en ella las tramas de la historia. En un libro, puede haber decenas de ellas, dependiendo de su longitud. Pero trasladar algo así es inviable en una película.
Otra cosa es que la adaptación se haga a través de una serie. Al tratarse de un formato largo, permite que muchos de los detalles de la historia original permanezcan. En cambio las películas deberán sacrificar todo lo prescindible en pro del tiempo.
Otra cosa es que la adaptación se haga a través de una serie. Al tratarse de un formato largo, permite que muchos de los detalles de la historia original permanezcan. En cambio las películas deberán sacrificar todo lo prescindible en pro del tiempo.
Así pues, algunos personajes se eliminan y otros se fusionan en uno solo. Como ocurre por ejemplo en el film de Ghibli con el misterioso espantapájaros que sigue a Sophie.
También puede ocurrir que las tramas complejas se simplifiquen por el bien de la comprensión del público. Es lógico, no entiendes igual a un personaje por verlo en pantalla media hora que tras meterte en su cabeza tres capítulos.
Por último, también es posible que la trama principal, el eje de la historia, se distorsione respecto a la novela original. En El Castillo Ambulante esto también sucede. La película animada nos habla de un Ingary en guerra y de un Howl poco dispuesto a tomar parte.
En cambio, nada de esto se ve en la novela de Diana Wynne Jones. De hecho, Ingary está en una paz relativa y lo que aterroriza a Howl es una maldición. Un maleficio que acabará con él por meterse donde no debía. Cosa que tampoco sorprende, dado su carácter.
En cambio, nada de esto se ve en la novela de Diana Wynne Jones. De hecho, Ingary está en una paz relativa y lo que aterroriza a Howl es una maldición. Un maleficio que acabará con él por meterse donde no debía. Cosa que tampoco sorprende, dado su carácter.
Y esto es una prueba del buen trabajo de Ghibli al adaptar esta historia. Aunque sus historias cambien, los personajes mantienen en gran medida su esencia y temperamento. Algo muy de agradecer por el público lector.
Decir que cualquier adaptación a la pantalla de una novela será un desastre difamaría a las buenas adaptaciones. Y sería una afirmación sin fundamento real.
Lo que diferencia a una buena adaptación de una mala no es la fidelidad al original. Lo que la hace buena es que, con o sin variaciones en la trama, un lector vea la historia y a los personajes y disfrute con ellos.
A nivel personal, y tras la lectura de El Castillo Ambulante, el poder disfrutar de dos historias distintas con personajes que me encantan me parece un buen regalo. Y de ello son tan responsables Diana Wynne Jones, como el equipo de Ghibli.
¿Qué opináis? ¿Las adaptaciones suman riqueza a una historia o son un crimen a la literatura que debería prohibirse?
¡Nos leemos! ^^
¿Qué opináis? ¿Las adaptaciones suman riqueza a una historia o son un crimen a la literatura que debería prohibirse?
¡Nos leemos! ^^
Una vez escuché que la película adaptada al cine debe valerse por sí misma, y no refugiarse en el libro. Lo que pasó, por ejemplo con el Señor de los anillos que funciona independiente de los libros y con las últimas películas de Harry Potterque dependen mucho de ellos.
ResponderEliminarPor cierto. Lindo post, a mi también me encanta El castillo ambulante
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