Hola, soy un genio del mal y lo quiero destruir todo porque me da la gana... Y tras esta frase tu novela dio de comer a la trituradora.
Hoy vamos a hablar de un tipo de personajes por los cuales siento debilidad: los villanos. Pero antes de empezar vamos a aclarar algo bastante obvio, y es que no es lo mismo un villano que un antagonista. Para ello tomemos la RAE:
Villano: adj. Ruin, indigno o indecoroso.
Antagonista: m. y f. Personaje que se opone al protagonista en el conflicto esencial de una obra de ficción.
Resumiendo: el antagonista es aquel personaje que, siendo benigno o malvado, se opone al protagonista de la novela, mientras que el villano es aquel personaje de naturaleza malvada, sea éste protagonista, secundario o antagonista de la historia y sobre este tipo de personajes hablaremos hoy (los antagonistas para otra entrada).
Empecemos por el principio; un villano es un personaje más de los muchos que se necesitan para crear una historia, de modo que requiere, al igual que el resto del elenco, la confección de una completa ficha de personaje.
¿Y si es un personaje como cualquier otro, por qué le dedicas una entrada individual, Alister?
Buena pregunta. El motivo por el que he decidido darle este trato es bastante sencillo. Como cualquier lector habrá podido comprobar, una buena historia es rica en parte gracias a sus villanos. El villano es una fuente de conflicto, y la creación de uno mediocre puede dar al traste con todo tu trabajo. No sólo te desprestigias a ti como escritor, sino que echas por la borda todo el trabajo hecho con el héroe y sus amigos: ¿cómo van a lucirse si su principal rival no da la talla?
Vamos a repasar pues los errores más comunes que los escritores cometemos al crear a los villanos de nuestras historias.
Vamos a repasar pues los errores más comunes que los escritores cometemos al crear a los villanos de nuestras historias.
1. El villano L'Oréal: soy malo porque yo lo valgo
Este es un error de principiante. El escritor que empieza suele construir villanos cuya maldad es gratuita, y a no ser que sea un psicópata (que está además muy visto), nadie es un capullo de manual de nacimiento.
2. El villano Greenpeace: es malo pero ama la naturaleza
En un intento por humanizar a esta aberración de la sociedad, el escritor sin experiencia le otorga un rasgo beatificador, normalmente un desmedido amor por la naturaleza salvaje. De este modo encontramos a auténticos capullos capaces de provocar una guerra biológica pero que se deshacen de amor ante su cachorrito de bulldog. No digo que no esté bien que el villano ame a su perro, pero esto por sí solo no lo convertirá en alguien más humano, y mucho menos si es malo sin argumentos.
3. El villano Teletubbie: sólo quiere un abrazo
¿La frase "yo solo quiero ser amado" os suena? Bien, porque me estoy refiriendo justo a ese tipo de villanos que, en el último momento, cuando han sido derrotados, caen de rodillas al suelo gimiendo y profieren esta frase que los convierte en unos peleles. Da igual que hayan sido emperadores de la galaxia, cuando sueltan este cliché andante pierden todo su prestigio. Y es que está bien que un villano desee ser aceptado y se redima, pero no de este modo.
Y ahora que ya he hecho toda la propaganda para que me paguen (ojalá...) y hemos visto las equivocaciones que todos cometemos o hemos cometido, vamos a ver los rasgos necesarios para confeccionar un buen villano. Si Campbell pudo construir el viaje del héroe, ¿por qué no vamos nosotros a crear el villaje del villano?
Pero antes de nada un consejo para primerizos: Del mismo modo que escribir sobre pasteles no te hace pastelero, describir deleznables crímenes no te convierte en un criminal. La escritura es libre, de modo que siéntete libre para expresar en papel toda la maldad de tu personaje sin reprimirla por miedo al qué dirán. Y ahora al lío.
1. Pasado
Igual que cualquier personaje, tu villano tiene un pasado más o menos traumático que lo ha marcado y convertido en quien es. Es importante que conozcas este pasado para poder dar profundidad y coherencia a tu villano. Pero atención: No es necesario que crees un trauma en esta etapa de la vida del personaje, el niño de infancia horrorosa ya está muy visto, y uno puede haber sido el niño más feliz de la tierra y convertirse en un cabrón de primera magnitud.
2. Momento de ruptura
Si aceptamos que nadie es bueno ni malo en primera instancia debemos crear las circunstancias óptimas para que nuestro personaje se convierta en un villano. Este elemento puede ser un cambio repentino en su vida, una situación que lo fuerce a tomar una decisión equivocada, una experiencia traumática. Recuerda que estas circunstancias no tienen por qué ser válidas para cualquier personaje, que en la misma situación podrá reaccionar de manera muy distinta y no acabar convertido en un villano.
Ej. Ante la muerte de su perro, el personaje puede convertirse en un asesino de veterinarios (que daría lugar a un villano) o en un profesional de la zoología (que podría dar lugar a un héroe).
3. Motivaciones
Tras la circunstancia que lo arrojó al Lado Oscuro, nuestro villano debe empezar a manifestar sus motivaciones como cualquier otro personaje. Debe tener un objetivo definido, condicionado en mayor o menor grado por el momento de ruptura, y éste debe ser su motor de acción de la misma manera que, por ejemplo, el deseo de salvar su tierra es el motor de acción tradicional de un héroe. Debe ser una motivación coherente a no ser que tu villano sea un loco paranoico (que como ya dije antes no se lleva) y adecuada a tu trama.
Ej. Si la historia va de una liga de baloncesto baloncesto, sería muy raro que la motivación del villano sea dominar el universo. Son unas aspiraciones excesivamente grandes para la trama de la historia.
4. Intencionalidad
Y esto nos lleva al último punto: un villano que tiene claras sus motivaciones debe actuar acorde con ellas. Sus intenciones deben ir encaminadas, como ocurre con cualquier otro personaje, a satisfacer su motor de acción. Por lo tanto, por vil que nos parezca, no procede que un villano le prenda fuego a una ciudad a no ser que de este modo logre o se acerque un paso más a sus objetivos (a no ser que sea un loco paranoico... ¿me repito un poquito con eso, no?).
Sabiendo esto, ya podemos crear villanos coherentes y adecuados a nuestra historia. Ahora bien, cuando desarrollamos personajes cuyas actitudes resultan contrarias al código ético, solemos deshumanizarlos y centrar nuestra atención en sus carácter y sus acciones, olvidándonos de que, guste o no, el villano no deja de ser una persona, un personaje más, con una manera de ver el mundo, sentimientos e ideas. Por ello, a la hora de confeccionar nuestra ficha de personaje es importante que no olvidemos otorgarle, como mínimo, estas cuatro condiciones:
1- Relaciones personales:
Que sea un ejemplo andante de Hijoputismo Ilustrado no lo convierte en un impedido emocional (salvo claro, si es un loco trastor...), de modo que tendrá relaciones afectivas en más o menos evidentes con otros personajes. Como todo hijo de vecino, el villano necesita establecer unos mínimos vínculos emocionales con otros personajes, sea con un pareja, sus hijos o con sus acólitos: es bueno para su salud mental y para humanizarlo sin tener que recurrir al Villano Greenpeace.
Y ahora me diréis que a los grandes villanos no les ha ido tan mal viviendo solitos y tiranizando a la población por medio del terror. Vale, muy bien, pero Darth Vader tenia mujer y hijos (y precisamente cayó en el Lado Oscuro por amor a ellos). Nada más que añadir, señoría.
2- Aficiones, manías y costumbres:
Sea leerse la Biblia antes de dormir, tocar el triángulo en una orquesta o montar en burro cada domingo, tu villano necesita tener actividades de ocio al margen de la dominación mundial. Y del mismo modo que habrá cosas que le gusten, también habrá otras que deteste (sus enemigos a parte). Eso le da riqueza, porque nosotros somos algo más que nuestros objetivos, y tus personajes también deben serlo.
3- Sueños y deseos:
No debe confundirse con su motor de acción. Un villano puede querer conquistar un reino y, al margen de todo esto, conquistar al/a la heredero/a del reino vecino, recuperar las joyas de su madre usurpadas injustamente y viajar al país de los árboles blancos. Más allá de su principal motivación, el villano tiene sueños y aspiraciones a corto y largo plazo, que pueden o no realizarse. Al ser sueños, pueden ser tan ridículos y pastelosos como os dé la gana, igual que el villano puede confesarlos abiertamente o guardarlos con recelo hasta de sus más allegados.
4- Miedos y debilidades:
No hay nada más humano que el miedo, y el villano debe sentir temor ante algo u alguien como cualquier persona. Al igual que todo el mundo, el número de temores y lo racionales que éstos sean pueden variar, pero lo que es seguro es que condicionarán de un modo un otro el comportamiento de tu villano (ej. un villano con miedo a las alturas será más reacio a perseguir al héroe por los tejados). Estos miedos, de ser descubiertos por sus enemigos, podrían convertirse en una debilidad para el villano.
No obstante, no todas las debilidades surgen del miedo; un determinado código moral o los vínculos afectivos de los que hablábamos antes también pueden convertirse en puntos flacos de tu villano si se los usa bien, del mismo modo que su soberbia y su ira pueden ser también su perdición.
Y con esto damos por conclusa la entrada, que me quedó un poquito larga. Mis disculpas, cuando me pongo a hablar de villanos se me escapa de las manos ^^'.
Ahora es vuestro turno de ser malos criticando (positivamente) en los comentarios para enriquecer la entrada. Sin miedo, lectores-fantasma, podéis manifestaros. ¡Nos leemos!
Y ahora que ya he hecho toda la propaganda para que me paguen (ojalá...) y hemos visto las equivocaciones que todos cometemos o hemos cometido, vamos a ver los rasgos necesarios para confeccionar un buen villano. Si Campbell pudo construir el viaje del héroe, ¿por qué no vamos nosotros a crear el villaje del villano?
Pero antes de nada un consejo para primerizos: Del mismo modo que escribir sobre pasteles no te hace pastelero, describir deleznables crímenes no te convierte en un criminal. La escritura es libre, de modo que siéntete libre para expresar en papel toda la maldad de tu personaje sin reprimirla por miedo al qué dirán. Y ahora al lío.
1. Pasado
Igual que cualquier personaje, tu villano tiene un pasado más o menos traumático que lo ha marcado y convertido en quien es. Es importante que conozcas este pasado para poder dar profundidad y coherencia a tu villano. Pero atención: No es necesario que crees un trauma en esta etapa de la vida del personaje, el niño de infancia horrorosa ya está muy visto, y uno puede haber sido el niño más feliz de la tierra y convertirse en un cabrón de primera magnitud.
2. Momento de ruptura
Si aceptamos que nadie es bueno ni malo en primera instancia debemos crear las circunstancias óptimas para que nuestro personaje se convierta en un villano. Este elemento puede ser un cambio repentino en su vida, una situación que lo fuerce a tomar una decisión equivocada, una experiencia traumática. Recuerda que estas circunstancias no tienen por qué ser válidas para cualquier personaje, que en la misma situación podrá reaccionar de manera muy distinta y no acabar convertido en un villano.
Ej. Ante la muerte de su perro, el personaje puede convertirse en un asesino de veterinarios (que daría lugar a un villano) o en un profesional de la zoología (que podría dar lugar a un héroe).
3. Motivaciones
Tras la circunstancia que lo arrojó al Lado Oscuro, nuestro villano debe empezar a manifestar sus motivaciones como cualquier otro personaje. Debe tener un objetivo definido, condicionado en mayor o menor grado por el momento de ruptura, y éste debe ser su motor de acción de la misma manera que, por ejemplo, el deseo de salvar su tierra es el motor de acción tradicional de un héroe. Debe ser una motivación coherente a no ser que tu villano sea un loco paranoico (que como ya dije antes no se lleva) y adecuada a tu trama.
Ej. Si la historia va de una liga de baloncesto baloncesto, sería muy raro que la motivación del villano sea dominar el universo. Son unas aspiraciones excesivamente grandes para la trama de la historia.
4. Intencionalidad
Y esto nos lleva al último punto: un villano que tiene claras sus motivaciones debe actuar acorde con ellas. Sus intenciones deben ir encaminadas, como ocurre con cualquier otro personaje, a satisfacer su motor de acción. Por lo tanto, por vil que nos parezca, no procede que un villano le prenda fuego a una ciudad a no ser que de este modo logre o se acerque un paso más a sus objetivos (a no ser que sea un loco paranoico... ¿me repito un poquito con eso, no?).
Sabiendo esto, ya podemos crear villanos coherentes y adecuados a nuestra historia. Ahora bien, cuando desarrollamos personajes cuyas actitudes resultan contrarias al código ético, solemos deshumanizarlos y centrar nuestra atención en sus carácter y sus acciones, olvidándonos de que, guste o no, el villano no deja de ser una persona, un personaje más, con una manera de ver el mundo, sentimientos e ideas. Por ello, a la hora de confeccionar nuestra ficha de personaje es importante que no olvidemos otorgarle, como mínimo, estas cuatro condiciones:
1- Relaciones personales:
Que sea un ejemplo andante de Hijoputismo Ilustrado no lo convierte en un impedido emocional (salvo claro, si es un loco trastor...), de modo que tendrá relaciones afectivas en más o menos evidentes con otros personajes. Como todo hijo de vecino, el villano necesita establecer unos mínimos vínculos emocionales con otros personajes, sea con un pareja, sus hijos o con sus acólitos: es bueno para su salud mental y para humanizarlo sin tener que recurrir al Villano Greenpeace.
Y ahora me diréis que a los grandes villanos no les ha ido tan mal viviendo solitos y tiranizando a la población por medio del terror. Vale, muy bien, pero Darth Vader tenia mujer y hijos (y precisamente cayó en el Lado Oscuro por amor a ellos). Nada más que añadir, señoría.
2- Aficiones, manías y costumbres:
Sea leerse la Biblia antes de dormir, tocar el triángulo en una orquesta o montar en burro cada domingo, tu villano necesita tener actividades de ocio al margen de la dominación mundial. Y del mismo modo que habrá cosas que le gusten, también habrá otras que deteste (sus enemigos a parte). Eso le da riqueza, porque nosotros somos algo más que nuestros objetivos, y tus personajes también deben serlo.
3- Sueños y deseos:
No debe confundirse con su motor de acción. Un villano puede querer conquistar un reino y, al margen de todo esto, conquistar al/a la heredero/a del reino vecino, recuperar las joyas de su madre usurpadas injustamente y viajar al país de los árboles blancos. Más allá de su principal motivación, el villano tiene sueños y aspiraciones a corto y largo plazo, que pueden o no realizarse. Al ser sueños, pueden ser tan ridículos y pastelosos como os dé la gana, igual que el villano puede confesarlos abiertamente o guardarlos con recelo hasta de sus más allegados.
4- Miedos y debilidades:
No hay nada más humano que el miedo, y el villano debe sentir temor ante algo u alguien como cualquier persona. Al igual que todo el mundo, el número de temores y lo racionales que éstos sean pueden variar, pero lo que es seguro es que condicionarán de un modo un otro el comportamiento de tu villano (ej. un villano con miedo a las alturas será más reacio a perseguir al héroe por los tejados). Estos miedos, de ser descubiertos por sus enemigos, podrían convertirse en una debilidad para el villano.
No obstante, no todas las debilidades surgen del miedo; un determinado código moral o los vínculos afectivos de los que hablábamos antes también pueden convertirse en puntos flacos de tu villano si se los usa bien, del mismo modo que su soberbia y su ira pueden ser también su perdición.
Y con esto damos por conclusa la entrada, que me quedó un poquito larga. Mis disculpas, cuando me pongo a hablar de villanos se me escapa de las manos ^^'.
Ahora es vuestro turno de ser malos criticando (positivamente) en los comentarios para enriquecer la entrada. Sin miedo, lectores-fantasma, podéis manifestaros. ¡Nos leemos!
¡Hola! ¡Aquí una lectora fantasma! (?)
ResponderEliminar¡Me ha gustado mucho el artículo! La gente suele olvidar que el villano (a menos que sea de la primera clase)a menudo es humano y,a menudo, es villano sólo porque nos cuentan la perspectiva del protagonista y él/ella resulta ser el antagonista. En particular me ha encantado que resaltes que la debilidad no tiene por qué ser un miedo, sino una moralidad concreta o un código de honor. Es realista y un detalle que me ha arrancado una sonrisa.
Ciertamente no necesitas un pasado traumático para ser un cabrón; pero creo que el problema en muchos sitios es que no se trata bien el pasado o los traumas que provoca la falta de afecto, el acoso o muchas más cosas que te pueden marcar.
Con todo, tengo una duda, aunque no sé si es a eso a lo que te referías cuando comentaste lo del Viaje del Héroe: ¿crees que un Villano necesita un Viaje propio? ¿No sería el mismo Viaje del Héroe, solo que enfocado desde su punto de vista o, quizás, interrumpido a mitad?
Saludos~
Atte. Rika.
Saludos, Rika. Gracias por manifestarte ^^
EliminarMe alegra que el artículo te haya gustado, y comparto tu punto de vista respecto a que la debilidad de un villano no tiene que estar obligatoriamente ligada a un miedo, igual que a debilidad del héroe o la del panadero del capítulo XV tampoco deben estarlo. Es un detalle que muchas veces la gente obvia, porque es más cómodo usar un miedo en contra del villano para humillarlo, lo que suele dar lugar a situaciones de sadismo vejatorio que te hacen cuestionarte si realmente el capullo de la escena es el héroe o el villano.
Ej. Lanzar a un foso de serpientes a un villano con miedo a los reptiles y observarlo desde arriba es de una maldad que no tiene nombre.
Y sí, el tratamiento que se da a los impactos emocionales que pueden causar la falta de afecto o la discriminación no son siempre los más adecuados. Supongo que se debe a la deshumanización que un villano sufre por no haber sabido canalizar su situación. La gente esperaba de él que se sobrepusiera al desprecio, no que se quebrara; la gente esperaba un héroe. Personalmente creo que un héroe no es más que un villano que logró superar la tentación, sea con ayuda o por propio mérito. Lamentablemente el villano parece estar condenado a sufrir el desprecio de los personajes y el de algunos lectores, que prefieren deshumanizarle a comprenderle.
Sobre tus dudas, no me refería a que el villano necesite un viaje para él solo, sino más bien a que él TAMBIÉN necesita tener su propio viaje del héroe. Son casi los mismos pasos, la única diferencia es que el villano se quebró intentando hacer lo que creía más correcto, para caso paradigmático Anakin: un hecho inesperado rompe su equilibrio de vida, aparece un mentor que le guía (Palpatine) y acaba evolucionando, para bien o para mal, a fin de poder enfrentarse a su nueva realidad. Es el viaje del héroe, pero enfocado desde otra perspectiva.
Espero que esta parrafada haya respondido a tus dudas, no pretendía escribir algo tan largo, pero me emociono con el tema, ya lo has visto ^^'
¡Nos leemos!
Me ha parecido una entrada la mar de constructiva y esto me ha hecho pararme a pensar en un par de mis villanos, examinarlos y replanteármelos desde un punto de vista moral. ¡Felicidades! Aunque ha habido un par de patinazos ortográficos sin importancia, pero que me ha dolido leer "y hijos". Solo era por si se te había pasado por alto; espero que no te moleste. Por lo demás, una entrada genial y para nada larga, se me ha hecho bastante rápida más bien. Craa
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, la verdad es que hay pocas cosas en una novela que me cabreen más que ver a un villano mal construido o desperdiciado, es algo que me enerva u_u
EliminarTranquilo, está bien que me marques los errores que veas, cuando te has repasado el texto tres o cuatro veces escribes ya en piloto automático y se te escapan las faltas, así que gracias ^^'
Me ha encando, con esto confirmo que no soy el úinico que ha pensando que los villonos no solo más que simples personas comunes y corrientes y aspiraciones que tal vez no van a acorde al codigo moral establecido por la sociedad de un universo planteado en una novea. De igual forma, aunque sea un villano que solo quiereconquistart al mundo, debe de tener el mismo trabajo de contrucción de personaje que el heroe, por que afinal de cuentas... sera su "contraparte" en la historia
ResponderEliminarSaludos :D att .Lex
El hecho de que sea un villano no lo hace distinto a cualquier otro personaje, y tratarlo de forma distinta al elenco de nuestras historias solo ayuda a fracasar en su construcción.
EliminarMuchas gracias por comentar! ^^
Exactamente! todos tienen la misma importancia, ya que son parte de un producto final. sea buena o mala la historia, si se tiene un elenco bien construido la novela tendra algo rescatrable y no será del todo mala
Eliminarme a encantado, esto me ayudara a mejorar a mi villano
ResponderEliminarMe alegro de que te haya sido útil ^^
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