Porque después de no darle a la tecla, lo más flagrante es no amortizar el tiempo...
Muy buenas a todos, apreciados lectores. Las vacaciones han terminado y en el blog volvemos a nuestro horario habitual. ¿Y qué mejor forma de volver a la rutina que con una lista de consejos para cuando teclear parece imposible?
Muy buenas a todos, apreciados lectores. Las vacaciones han terminado y en el blog volvemos a nuestro horario habitual. ¿Y qué mejor forma de volver a la rutina que con una lista de consejos para cuando teclear parece imposible?
Sacar horas para escribir es una tarea difícil y costosa. Nos obliga a excavar un hueco en nuestras habitualmente atestadas agendas, a veces a costa de sacrificar otras aficiones o actividades placenteras.
Y aunque se trata de una renuncia que hacemos de forma voluntaria, pues nadie nos obliga a escribir (salvo que te hayas comprometido con un editor, claro; en ese caso tendrás que trabajar bajo la fuerza de sus latigazos), es comprensible que empecemos a maldecir en arameo cuando llega el momento de teclear y no nos salen ni los espacios.
Cuando algo así ocurre nos sentimos en la mierda y la reacción más habitual es desperdiciar nuestro rato de escritura frente una pantalla en blanco para culminar la sesión sin haber avanzado nada.
Pero ese no debería ser el objetivo. El tiempo es oro y aún sin teclear podemos amortizarlo de otras maneras. A continuación os dejo una lista de tareas para hacer cuando no podemos escribir aunque queramos:
1. Palacio mental
Lo primero de todo es no dejarnos llevar por el desespero y la frustración. Más que nada porque esa actitud acaba derivando en estrés y en ese estado segurísimo que no vamos a poder escribir. Ni hacer la O con un canuto, vaya.
Es comprensible que la hoja en blanco nos cause taquicardias, sobretodo porque vemos que el tiempo se escurre entre nuestros dedos sin que hayamos hecho nada de utilidad. Pero si nos focalizamos en ese aspecto, seguro que no haremos nada de nada.
Por lo tanto, la primera fase para no desperdiciar nuestros minutos de escritura el día que las musas se toman días personales será sacrificar unos minutos para calmarnos.
Si queremos escribir, debemos asumir que el bloqueo temporal es algo tan habitual como ir a comprar el pan, que a todo el mundo le ocurre y que no significa que somos unos escritores pésimos que no valen para nada.
Respira hondo, cierra los ojos y al baño o a beber agua para despejarte y empezar a trabajar con una actitud positiva. Hoy posiblemente no escribas, pero adelantarás.
2. Limpiar el polvo
Una vez sosegados de nuestro disgusto, una buena idea para no ir tirando minutos a la basura es ponernos a corregir nuestra historia desde la primera página.
Es un proceso tedioso, y lo más probable es que al principio te limites a corregir erratas o discordancias gramaticales, pero al cabo de unos minutos es seguro que cambiarás la construcción de las oraciones e incluso que añadas nuevos párrafos. Y eso no es todo ^^
A veces, en mitad del proceso se nos puede ocurrir una idea genial que convierte esa inicialmente perdida sesión de escritura en una de las más productivas de la semana. E incluso del mes.
Pero aunque no consiguieras animarte para seguir escribiendo, piensa que tampoco habrías tirado el tiempo. Al finalizar tu ratito de escritura, tendrías un texto más limpio, cosa que agradecerás cuando toque corregir el borrador.
3. Complementos
Pero si la corrección se nos hace cuesta arriba o ya tenemos contratados los servicios de una editorial/corrector que se va a ocupar de esta parte, siempre podemos invertir nuestro tiempo de escritura en tareas creativas.
Aprovechar para releer las notas que tomamos en la fase de documentación o indagar en aspectos sobre los que aún dudamos puede ser una buena forma de amortizar la sesión de forma que podamos sacarle provecho en un futuro.
Otra alternativa pasa por la revisión de la escaleta para detectar posibles incongruencias o vacíos en la trama. Darle una vuelta al esqueleto de nuestra historia puede ayudarnos a coger inspiración o simplemente ayudarnos a replantear ciertas escenas que antes no veíamos claras.
Una última opción, si disponemos de tiempo para ello, es darle un repaso a nuestro worldbuilding. ¿Y qué mejor forma que diseñando un buen mapa para no ir perdidos por nuestro propio mundo?
Es comprensible que la hoja en blanco nos cause taquicardias, sobretodo porque vemos que el tiempo se escurre entre nuestros dedos sin que hayamos hecho nada de utilidad. Pero si nos focalizamos en ese aspecto, seguro que no haremos nada de nada.
Por lo tanto, la primera fase para no desperdiciar nuestros minutos de escritura el día que las musas se toman días personales será sacrificar unos minutos para calmarnos.
¿Se entiende el concepto? |
Si queremos escribir, debemos asumir que el bloqueo temporal es algo tan habitual como ir a comprar el pan, que a todo el mundo le ocurre y que no significa que somos unos escritores pésimos que no valen para nada.
Respira hondo, cierra los ojos y al baño o a beber agua para despejarte y empezar a trabajar con una actitud positiva. Hoy posiblemente no escribas, pero adelantarás.
2. Limpiar el polvo
Una vez sosegados de nuestro disgusto, una buena idea para no ir tirando minutos a la basura es ponernos a corregir nuestra historia desde la primera página.
Es un proceso tedioso, y lo más probable es que al principio te limites a corregir erratas o discordancias gramaticales, pero al cabo de unos minutos es seguro que cambiarás la construcción de las oraciones e incluso que añadas nuevos párrafos. Y eso no es todo ^^
A veces, en mitad del proceso se nos puede ocurrir una idea genial que convierte esa inicialmente perdida sesión de escritura en una de las más productivas de la semana. E incluso del mes.
"O mai Gad.¡¿Pero quién escribió ese hoygan?!" O_o |
Pero aunque no consiguieras animarte para seguir escribiendo, piensa que tampoco habrías tirado el tiempo. Al finalizar tu ratito de escritura, tendrías un texto más limpio, cosa que agradecerás cuando toque corregir el borrador.
3. Complementos
Pero si la corrección se nos hace cuesta arriba o ya tenemos contratados los servicios de una editorial/corrector que se va a ocupar de esta parte, siempre podemos invertir nuestro tiempo de escritura en tareas creativas.
Aprovechar para releer las notas que tomamos en la fase de documentación o indagar en aspectos sobre los que aún dudamos puede ser una buena forma de amortizar la sesión de forma que podamos sacarle provecho en un futuro.
¿Eh? ¿Pero qué mierdas puse yo aquí? |
Otra alternativa pasa por la revisión de la escaleta para detectar posibles incongruencias o vacíos en la trama. Darle una vuelta al esqueleto de nuestra historia puede ayudarnos a coger inspiración o simplemente ayudarnos a replantear ciertas escenas que antes no veíamos claras.
Una última opción, si disponemos de tiempo para ello, es darle un repaso a nuestro worldbuilding. ¿Y qué mejor forma que diseñando un buen mapa para no ir perdidos por nuestro propio mundo?
Siguiendo estas pautas, nuestros momentos de página en blanco nos parecerán menos terribles y lograremos aprovechar con éxito ese preciado tiempo que con tanto esfuerzo reservamos a nuestra pasión, que es escribir.
¡Nos leemos! ^^
Hola Alister!
ResponderEliminarA mí me ayuda un montón, cuando no me apetece ponerme a escribir, leer un libro. Me ayuda a coger carrerilla frente a la hoja en blanco. Y una vez empiezo ya no paro :)
Un abrazo!
¡Hola!
ResponderEliminarMuy interesante la entrada. La verdad que la de corregir lo que ya llevamos escrito es algo que ayuda bastante. Aunque yo soy más de lo que se llama "escritor brújula" por lo que no suelo tener escaletas. Prefiero la sorpresa y quizás es por eso que me atasco más veces de las que debería. Pero lo importante, para mí, es disfrutar escribiendo y, si no lo hacemos, ¿para qué nos sirve?
Los comentarios de las fotos creo que es lo mejor xD Y lo más cierto que puedes encontrarte a la hora de escribir. Erratas que hasta tú mismo te asombras de haber escrito.
Hace poco escribí una entrada con algún que otro consejo para librarse del bloqueo (a mi me ayudan). Así que tu entrada creo que completa bastante a la mía. ¡Los consejos nunca vienen mal!
Un saludo!
Lidia
Justo ahora me está costando ponerme a escribir -.- Pero me da miedo empezar a corregir el principio de forma inocente y luego acabar tachando y añadiendo cosas sin control XD
ResponderEliminarCreo que el primer consejo es el más importante de todos. Después de todo, hacemos esto por voluntad propia y hay que disfrutarlo, no desesperarse (no mucho "^.^).
Un abrazo