¿Hope... qué?

Porque las etiquetas a veces cuestan...

Cualquiera que se haya dado un garbeo por Twitter la última semana, a parte de ver que me ha dado por hablar de peces y de portadas, se habrá enterado del nacimiento de una nueva etiqueta en la que clasificar a la literatura de género: el hopepunk.

Y claro, como todo lo que pasa en esta red social, la aparición de este nuevo vocablo no estuvo exenta de polémica, y pronto se pronunciaron varios usuarios, tanto a favor como en contra del género.

Sin embargo, mi objetivo hoy aquí no es resucitar ninguna polémica, sino explicar qué es el hopepunk y qué puede aportar esta nueva clasificación de la literatura fantástica.

"El hopepunk es eso, un estilo de literatura que nace como contrapunto del grimdark, que nos dice que no todo es malo, y no todo es horrible".

En su artículo, que dio inicio al debate, Laura Morán definía al hopepunk como "lo contrario al grimdark". Esta definición surgía a raíz de un artículo de la escritora de fantasía Alexandra Rowland en Tumblr en el cual se exponía cuáles eran las características de dicho género.

Resumiendo mucho el contenido de dicho artículo, que podéis leer aquí traducido por la propia Laura, lo que el hopepunk viene a presentar a los lectores es una literatura fantástica contraria al derrotismo que caracteriza al grimdark.

La literatura hopepunk revaloriza las virtudes del ser humano por encima de sus múltiples defectos, en los que hace hincapié el grimdark, y recupera la idea de la lucha y la esperanza como medio de rebelión.

Sin embargo, que en la definición quede presentado como un género opuesto al grimdark no significa que el hopepunk verse sobre mundos luminosos o maniqueos donde la pureza moral impera entre los los personajes.

Mirad qué buen rollito hay aquí ^^

De hecho, por lo que aboga este género es por la revolución y el hecho de no rendirse ante la adversidad, motivo por el cual obras como El cuento de la criada han sido consideradas hopepunk pese a que la acción se desarrolla en mundo oscuros y crueles.

Por lo tanto, el hopepunk no se caracteriza tanto por mundos justos o idealizados como por el peso de la perseverancia y la esperanza como medios para escapar de sociedades y situaciones injustas. El componente de crítica social es muy fuerte en estas obras.

Francamente, viendo esto tengo de discrepar de que se trate de un género totalmente opuesto a lo que se conoce como grimdark o fantasía oscura, pues tiene con este género bastantes aspectos en común. Incluso me atrevería a decir que persiguen el mismo objetivo desde distintos enfoques. Me explico:

Mientras en el grimdark se critica el mundo y sus miserias a través de representar la victoria de la desesperación cuando las gentes se niegan a luchar por la esperanza, en el hopepunk se muestra esa lucha contra lo que es injusto como un medio de que prevalezca todo aquello que hace bueno al ser humano.

Por lo tanto, considero ambos géneros igual de buenos para un lector de fantasía. Pero eso es solo mi punto de vista, no una verdad absoluta, de modo que entiendo y asumo que va a haber discrepancias al respecto.

Así que os invito a comentar sobre vuestro punto de vista e impresiones sobre el hopepunk, etiqueta que parece que ha llegado a la literatura de género para quedarse. Al menos por el momento.


¡Nos leemos! ^^