Si por algo se caracteriza gran parte de la literatura de fantasía es por la inclusión del uso de la magia como parte fundamental del mundo en el que transcurren las historias.
Arcanos poderes, criaturas mitológicas y hechizos plagados de luz y grandes efectos sonoros. Todo eso está muy bien, pero lo hemos visto tantas veces que las bolas de fuego y los báculos de puntas resplandecientes ya no impresionan a casi nadie.
Lo siento, amigos. Las varitas ya han quedado obsoletas. Y salvo que queráis ofrecer a vuestros lectores más de lo mismo, ha llegado el momento de renovar el concepto "magia" en nuestras historias.
Con el fin de haceros la transición más sencilla, aquí os dejo unas cuantas opciones para implementar sistemas mágicos que aún no se han sobreexplotado. ¡A disfrutarlas! ^^