Música, sexo y disciplina con algo de magia.
Título: Diabolus in musica (I)
Editorial: Café con Leche
Autor: Kendall Frost
EDICIÓN
Formato: Tapa blanda
Nº de páginas: 228
Año de edición: 2017
Precio de compra: 16,90€
Nº de páginas: 228
Año de edición: 2017
Precio de compra: 16,90€
(puedes adquirirlo aquí)
PUNTUACIÓN: 3/5 ★★★
En el conservatorio Riverview el nivel de exigencia para con los alumnos es alto. Tanto, como severos los castigos para aquellos que no cumplen con las expectativas del centro.
Sin embargo, eso no impide que varios jóvenes músicos decidan cursar allí sus estudios. Y exponerse a los extraños sucesos que parecen tener lugar en tan prestigiosa institución.
Con esta interesante premisa empieza Diabolus in música, una saga de homoerotismo con toques fantásticos. En este primer tomo se compilan tres de las historias que la componen, publicadas previamente en digital por el sello Café con Leche.
La historia, que se va desgranando a través de las voces de distintos alumnos de Riverview, bien pudiera englobarse dentro del género conocido como erótica fantástica.
No es algo sorprendente. Menos teniendo en cuenta que Kendall Frost es uno de los seudónimos de Letícia S. Murga, autora seleccionada en la antología Empotradoras, del mismo género.
Esta experiencia en la composición de escenas candentes se nota en las más de doscientas páginas que forman este primer tomo. Y en el marcado toque BDSM en el que todas ellas se enmarcan.
Se ve que, como explicó la autora, quien ha compuesto esta historia a cuatro manos con Elsa Lacruz, en la presentación que hizo en Librería Gigamesh, su "amiga" le ha contado muchos secretos sobre la escena.
Aunque no todo es sexo, claro. Cada una de las tres historias se toma su tiempo en reflexionar sobre temas tales como la identidad, el auto-conocimiento y la aceptación de uno mismo y de sus placeres.
Da capo
La primera historia con la que nos encontramos es la del joven y tímido Cody. Este estudiante de piano se verá inmerso en un lunes eterno, condenado a repetir una y otra vez la clase de piano en la que apenas ha acertado un par de notas de la partitura que debía prepararse.
Esto no sería tan terrible si al frente de la asignatura no se encontrase Gabriel, el profesor más joven del claustro. Y también el más severo en sus castigos con el alumnado.
De la triada que forma el volumen, esta es tal vez la historia más tierna y suave en cuanto a carga erótica, pues se centra más en la parte emocional y en los conflictos internos de Cody.
Dissonante
El protagonista de esta historia es Mark, compañero de clase de Cody y miembro de la banda de rock que ambos comparten. A diferencia de su amigo, Mark es muy directo e insumiso, cosa que lo lleva a desafiar constantemente la autoridad de sus mentores.
Pero cuando quiere algo, el joven guitarrista no cesa hasta conseguirlo. Y en esta ocasión, su objeto de deseo es la magnífica guitarra que está expuesta en la tienda de instrumentos cercana al conservatorio.
Podría decirse que todo es felicidad en el momento en que se hace con el instrumento. Pero lo cierto es que algo pasa con tan extraña guitarra. Pues cada vez que Mark toca el llamado "acorde del diablo", el instrumento se empeña en mostrarle futuros alternativos. Algunos de ellos, de lo más candentes.
La historia de Mark es la más explícita de todo el repertorio, ya que las escenas sexuales gozan de un protagonismo que no es tan presente en las otras dos narraciones. Y se suceden una detrás de otra, sin dejar descanso al lector ;)
Decrescendo
La última historia está protagonizada por Jace, el batería de la banda de Cody y Mark. A diferencia de sus amigos, Jace tiene una pareja estable desde hace años y el convencimiento de que a él los hombres no le gustan.
O eso quiere pensar. Pues cuando las dudas más le asaltaban, su batería empezó a actuar de forma extraña. Así, con solo marcar un pequeño ritmo, Jace se descubre capaz de leer los pensamientos de quienes le rodean.
Con todo, la cabeza a la que le gustaría poder entender es la suya propia. Y más después de que su relación empiece a hacer aguas y un atractivo abogado se presente en su vida.
Como en el primer relato, es el descubrimiento personal el que capitaliza el protagonismo de la narración. Es la aceptación de Jace sobre su sexualidad y sus gustos lo que lleva el peso narrativo. Si bien es cierto que esta historia es la que presenta las escenas con mayor contenido BDSM.
Así pues, este primer volumen de Diabolus in musica es una buena toma de contacto con la saga y los personajes que la componen.
Sin embargo, cabe decir que, para tratarse de una novela con carácter erótico, la carga de contenido sexual es bastante suave. Y más teniendo en cuenta que se trata de temática BDSM. De hecho, para mi gusto personal, se trata de una lectura bastante light.
Esto convierte la historia en un excelente modo de entrar en contacto con el género, experimentarlo. Por ello creo que no me equivoco demasiado si clasifico esta historia como una saga de iniciación en la novela erótica con tintes bdsemeros.
No me gustaría terminar esta reseña sin poner de manifiesto la gran labor que las autoras han hecho por presentar estas prácticas sexuales como algo natural y basado en la confianza y el consentimiento. Alejar al BDSM de los tópicos sórdidos y crueles siempre es de agradecer.
Así pues, si tenéis curiosidad por el género, las siglas no os echan para atrás y el contenido lgtbi os interesa, Diabolus in musica es una saga que deberías degustar.
Pero si ya venís de casa con cierto bagaje en este campo y con experiencia como lectores de erótica, las historias incluidas en este tomo pueden acabar sabiendo a poco.
¡Nos leemos! ^^
En el conservatorio Riverview el nivel de exigencia para con los alumnos es alto. Tanto, como severos los castigos para aquellos que no cumplen con las expectativas del centro.
Sin embargo, eso no impide que varios jóvenes músicos decidan cursar allí sus estudios. Y exponerse a los extraños sucesos que parecen tener lugar en tan prestigiosa institución.
Con esta interesante premisa empieza Diabolus in música, una saga de homoerotismo con toques fantásticos. En este primer tomo se compilan tres de las historias que la componen, publicadas previamente en digital por el sello Café con Leche.
La historia, que se va desgranando a través de las voces de distintos alumnos de Riverview, bien pudiera englobarse dentro del género conocido como erótica fantástica.
No es algo sorprendente. Menos teniendo en cuenta que Kendall Frost es uno de los seudónimos de Letícia S. Murga, autora seleccionada en la antología Empotradoras, del mismo género.
Esta experiencia en la composición de escenas candentes se nota en las más de doscientas páginas que forman este primer tomo. Y en el marcado toque BDSM en el que todas ellas se enmarcan.
Se ve que, como explicó la autora, quien ha compuesto esta historia a cuatro manos con Elsa Lacruz, en la presentación que hizo en Librería Gigamesh, su "amiga" le ha contado muchos secretos sobre la escena.
Aunque no todo es sexo, claro. Cada una de las tres historias se toma su tiempo en reflexionar sobre temas tales como la identidad, el auto-conocimiento y la aceptación de uno mismo y de sus placeres.
Da capo
La primera historia con la que nos encontramos es la del joven y tímido Cody. Este estudiante de piano se verá inmerso en un lunes eterno, condenado a repetir una y otra vez la clase de piano en la que apenas ha acertado un par de notas de la partitura que debía prepararse.
Esto no sería tan terrible si al frente de la asignatura no se encontrase Gabriel, el profesor más joven del claustro. Y también el más severo en sus castigos con el alumnado.
De la triada que forma el volumen, esta es tal vez la historia más tierna y suave en cuanto a carga erótica, pues se centra más en la parte emocional y en los conflictos internos de Cody.
Dissonante
El protagonista de esta historia es Mark, compañero de clase de Cody y miembro de la banda de rock que ambos comparten. A diferencia de su amigo, Mark es muy directo e insumiso, cosa que lo lleva a desafiar constantemente la autoridad de sus mentores.
Pero cuando quiere algo, el joven guitarrista no cesa hasta conseguirlo. Y en esta ocasión, su objeto de deseo es la magnífica guitarra que está expuesta en la tienda de instrumentos cercana al conservatorio.
Podría decirse que todo es felicidad en el momento en que se hace con el instrumento. Pero lo cierto es que algo pasa con tan extraña guitarra. Pues cada vez que Mark toca el llamado "acorde del diablo", el instrumento se empeña en mostrarle futuros alternativos. Algunos de ellos, de lo más candentes.
La historia de Mark es la más explícita de todo el repertorio, ya que las escenas sexuales gozan de un protagonismo que no es tan presente en las otras dos narraciones. Y se suceden una detrás de otra, sin dejar descanso al lector ;)
Decrescendo
La última historia está protagonizada por Jace, el batería de la banda de Cody y Mark. A diferencia de sus amigos, Jace tiene una pareja estable desde hace años y el convencimiento de que a él los hombres no le gustan.
O eso quiere pensar. Pues cuando las dudas más le asaltaban, su batería empezó a actuar de forma extraña. Así, con solo marcar un pequeño ritmo, Jace se descubre capaz de leer los pensamientos de quienes le rodean.
Con todo, la cabeza a la que le gustaría poder entender es la suya propia. Y más después de que su relación empiece a hacer aguas y un atractivo abogado se presente en su vida.
Como en el primer relato, es el descubrimiento personal el que capitaliza el protagonismo de la narración. Es la aceptación de Jace sobre su sexualidad y sus gustos lo que lleva el peso narrativo. Si bien es cierto que esta historia es la que presenta las escenas con mayor contenido BDSM.
Así pues, este primer volumen de Diabolus in musica es una buena toma de contacto con la saga y los personajes que la componen.
Sin embargo, cabe decir que, para tratarse de una novela con carácter erótico, la carga de contenido sexual es bastante suave. Y más teniendo en cuenta que se trata de temática BDSM. De hecho, para mi gusto personal, se trata de una lectura bastante light.
Esto convierte la historia en un excelente modo de entrar en contacto con el género, experimentarlo. Por ello creo que no me equivoco demasiado si clasifico esta historia como una saga de iniciación en la novela erótica con tintes bdsemeros.
No me gustaría terminar esta reseña sin poner de manifiesto la gran labor que las autoras han hecho por presentar estas prácticas sexuales como algo natural y basado en la confianza y el consentimiento. Alejar al BDSM de los tópicos sórdidos y crueles siempre es de agradecer.
Así pues, si tenéis curiosidad por el género, las siglas no os echan para atrás y el contenido lgtbi os interesa, Diabolus in musica es una saga que deberías degustar.
Pero si ya venís de casa con cierto bagaje en este campo y con experiencia como lectores de erótica, las historias incluidas en este tomo pueden acabar sabiendo a poco.
¡Nos leemos! ^^
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