El pasado es una fuente de inspiración para las novelas futuras.
Por primera vez desde que abrí este blog os voy a dar la brasa con mi campo de estudio: la historia. Y más concretamente con los ilustres protagonistas de la misma.
César, Maquiavelo, la Reina Victoria... Todos ellos son mundialmente conocidos y sus hazañas recordadas. Hay otros, como Dracón, que incluso han dado lugar a vocablos de uso recurrente (draconiano).
Como es de esperar, nosotros no podremos usar esas palabras en mundos de fantasía donde el tal Dracón no exista. Necesitaremos crear un equivalente.
Bien, pues hoy vamos a aprender cómo usarlos de esqueleto para construir a nuestros personajes de ficción.
Como es de esperar, nosotros no podremos usar esas palabras en mundos de fantasía donde el tal Dracón no exista. Necesitaremos crear un equivalente.
Bien, pues hoy vamos a aprender cómo usarlos de esqueleto para construir a nuestros personajes de ficción.
Para logar esto, existen dos técnicas: el personaje completo completo y el parcial. El completo es el sistema más sencillos, pues consiste en copiar completamente a un personaje histórico cambiándole el nombre y adaptándolo a nuestro mundo.
Un ejemplo de esto serían Leonardo Da Quirm (Leonardo Da Vinci) o Havelock Vetinari (Lorenzo de Médici), ambos creados por Terry Pratchett.
En cambio, el sistema parcial consiste en tomar ciertas características que nos interesen de un personaje histórico para crear uno completamente nuevo.
Un ejemplo de esto serían Leonardo Da Quirm (Leonardo Da Vinci) o Havelock Vetinari (Lorenzo de Médici), ambos creados por Terry Pratchett.
En cambio, el sistema parcial consiste en tomar ciertas características que nos interesen de un personaje histórico para crear uno completamente nuevo.
Desde mi punto de vista, un personaje histórico puede desgranarse en tres dimensiones que pueden ser utilizadas por el escritor: físico, carácter y hazañas.
He aquí un ejemplo:
Hipatia de Alejandría es una mujer joven (físico), famosa por su tarea como docente y matemática (hazañas) y por su deseo de independencia, pues jamás contrajo matrimonio (carácter).
Vamos a ver un caso concreto de cada uno de estos aspectos. Y para ello, citaré a algunos de los personajes que sugeristeis cuando os consulté en Twitter.
1. Físico: Atila
Atila fue uno de los mayores caudillos de entre los hunos, pueblo residente en las llanuras de Mongolia y capaz de poner en jaque a la misma Roma.
Por lo tanto, tenemos ante nosotros a un hombre rudo, de complexión atlética y más docto con la espada que con la pluma. Sería lo que se conoce como un bárbaro.
Tomando éstos elementos, construiríamos un personaje de apariencia salvaje, una suerte de Cohen el Bárbaro (si bien éste último parece más inspirado en Gengis Khan).
Pero como solo estamos tomando prestado su físico, este nuevo personaje debe tener un carácter completamente distinto y ser conocido por otras hazañas (o fracasos). Por ejemplo, puede ser un trozo de pan. O aún mejor, un absoluto negado en cuanto a la estrategia militar.
Joseph Fouché fue un político francés de humildes orígenes, pero ambiciosos objetivos. Logró convertirse en jefe de la policia y ministro de interior durante el gobierno de Napoleón, y posteriormente sirvió a Luis XVIII.
En resumen: se trataba de un cambia-capas profesional, una persona adaptable y hábil, capaz de mantenerse en el poder mientras muchos otros caían.
De este modo, el personaje que inspiremos en su carácter debe ser un superviviente nato. Indistintamente de su sexo, edad o condición, debemos resaltar esa capacidad de amoldarse rápidamente a los cambios para salir indemne de ellos.
Por citar un ejemplo conocido, Meñique podría ser el resultado de un personaje ficticio inspirado en Fouché. A fin de cuentas, ambos están carentes de escrúpulos.
No creo que este caballero necesite presentación, pues de sobra es conocida su "obra". Adolf Hitler es uno de los personajes históricos que a más villanos de ficción ha inspirado.
Ante nosotros tenemos a un caudillo elegido por el pueblo y capaz de ordenar con pulso firme que se lleven a cabo las mayores atrocidades a fin de perpetrar un régimen personalista y despiadado.
Un personaje inspirado en él será sin duda un tirano (a nivel político, no juzgamos ahora el carácter), la cara visible de un sistema cruel, aparentemente invencible.
Podríamos meter en esta categoría al Lord Legislador de Sanderson, pues controla sus dominios con puño de hierro y purga sin misericordia a cualquier posible amenaza antes siquiera de que ésta tenga oportunidad de crecer.
Y ahora que ya conocemos las tres dimensionen de un personaje histórico, llegó el momento de la diversión, porque cada uno de éstos elementos puede usarse por separado, mezclarse con otros de la propia invención del autor o, combinarse con características de otros personajes históricos.
Algo así como un rompecabezas con infinitas posibilidades. Es muy fácil y divertido, y para demostrarlo (y a petición de Doña Sierpe), voy a combinar a estos tres sujetos:
- Vlad Tepes (Hazañas)
- San Francisco de Asís (Carácter)
- Juana de Arco (Físico)
Saludad todos a Josephine, una joven guerrera que, llevada por sus bellos sentimientos de amor a la humanidad, decidió ensartar a los impíos que atacaban su pueblo en largas estacas por haber ofendido a su Dios. Sin olvidarse de rezar por sus almas antes, eso sí.
¿Veis como es muy fácil?
Pues venga, ya no os robo más tiempo. Marchaos a crear vuestros propios personajes inspirados en figuras históricas, y si alguno se anima a compartir el resultado de su experimento en los comentarios... ¡Pues mucho mejor!
¡Nos leemos! ^^
Por lo tanto, tenemos ante nosotros a un hombre rudo, de complexión atlética y más docto con la espada que con la pluma. Sería lo que se conoce como un bárbaro.
Tomando éstos elementos, construiríamos un personaje de apariencia salvaje, una suerte de Cohen el Bárbaro (si bien éste último parece más inspirado en Gengis Khan).
Pero como solo estamos tomando prestado su físico, este nuevo personaje debe tener un carácter completamente distinto y ser conocido por otras hazañas (o fracasos). Por ejemplo, puede ser un trozo de pan. O aún mejor, un absoluto negado en cuanto a la estrategia militar.
2. Carácter: Fouché
Joseph Fouché fue un político francés de humildes orígenes, pero ambiciosos objetivos. Logró convertirse en jefe de la policia y ministro de interior durante el gobierno de Napoleón, y posteriormente sirvió a Luis XVIII.
En resumen: se trataba de un cambia-capas profesional, una persona adaptable y hábil, capaz de mantenerse en el poder mientras muchos otros caían.
De este modo, el personaje que inspiremos en su carácter debe ser un superviviente nato. Indistintamente de su sexo, edad o condición, debemos resaltar esa capacidad de amoldarse rápidamente a los cambios para salir indemne de ellos.
Por citar un ejemplo conocido, Meñique podría ser el resultado de un personaje ficticio inspirado en Fouché. A fin de cuentas, ambos están carentes de escrúpulos.
3. Hazañas: Hitler
No creo que este caballero necesite presentación, pues de sobra es conocida su "obra". Adolf Hitler es uno de los personajes históricos que a más villanos de ficción ha inspirado.
Ante nosotros tenemos a un caudillo elegido por el pueblo y capaz de ordenar con pulso firme que se lleven a cabo las mayores atrocidades a fin de perpetrar un régimen personalista y despiadado.
Un personaje inspirado en él será sin duda un tirano (a nivel político, no juzgamos ahora el carácter), la cara visible de un sistema cruel, aparentemente invencible.
Podríamos meter en esta categoría al Lord Legislador de Sanderson, pues controla sus dominios con puño de hierro y purga sin misericordia a cualquier posible amenaza antes siquiera de que ésta tenga oportunidad de crecer.
Y ahora que ya conocemos las tres dimensionen de un personaje histórico, llegó el momento de la diversión, porque cada uno de éstos elementos puede usarse por separado, mezclarse con otros de la propia invención del autor o, combinarse con características de otros personajes históricos.
Algo así como un rompecabezas con infinitas posibilidades. Es muy fácil y divertido, y para demostrarlo (y a petición de Doña Sierpe), voy a combinar a estos tres sujetos:
- Vlad Tepes (Hazañas)
- San Francisco de Asís (Carácter)
- Juana de Arco (Físico)
Saludad todos a Josephine, una joven guerrera que, llevada por sus bellos sentimientos de amor a la humanidad, decidió ensartar a los impíos que atacaban su pueblo en largas estacas por haber ofendido a su Dios. Sin olvidarse de rezar por sus almas antes, eso sí.
¿Veis como es muy fácil?
Pues venga, ya no os robo más tiempo. Marchaos a crear vuestros propios personajes inspirados en figuras históricas, y si alguno se anima a compartir el resultado de su experimento en los comentarios... ¡Pues mucho mejor!
¡Nos leemos! ^^
Es un sistema de creación de personajes bastante curioso que creo que todos usamos en menor o mayor medida démonos cuenta de ello o no.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que es una buena forma de dotar de verosimilitud a los personajes que creamos. Hay quien prefiere inspirarse en amigos y conocidos, pero la Historia te ofrece un abanico mucho más amplio XD
EliminarOh my god *.* Me ha encantado la combinación.
ResponderEliminarLa verdad, nunca se me había ocurrido crear personajes así, pero me parece un método muy útil, incluso si se toman perso ajes ficticios en lugar de históricos. Lo de diferenciar entre físico, carácter y hazañas es un puntazo. Un abrazo :)
Es un buen sistema cuando tienes claro que quieres que tu personaje sea, por ejemplo, el nuevo Luis XIV: coges lo que te interesa de él y lo maquillas para adaptarlo a tu mundo. Me alegro que te haya gustado el método :)
EliminarMuy buena entrada!! Y qué oportuno que lo menciones a Hitler, porque estoy viendo Doctor Who, y leyendo por ahí me enteré de que los Daleks están basados en los nazis :O
ResponderEliminarGracias! Sí, los Dalek se inspiraron en los soldados nazis, por eso están tan obsesionados con la pureza racial y el odio a cualquier forma de vida no dalek (y a mí me encantan *¬*)
Eliminar¡Buenas!
ResponderEliminarTe leo desde hace tiempo, pero siempre desde las sombras y finalmente me he decidido a comentar. Como intento de futuro historiador esperaba con ganas esta entrada desde que lo comentaste en la de los filósofos (Poco tiempo, pero el hype estaba). Soy super fan de la combinación de personajes históricos y creo que este método de creación va a ser mi nueva guía para todo, ¡Muchísimas gracias!
Un saludo <3
Ey, qué alegría ver por aquí a otro futuro miembro de la "secta". Gracias por decidirte a comentar ^^
EliminarMe alegra leer que no te he decepcionado, sobretodo porque tengo pensadas más entradas sobre los usos de la historia en la construcción de mundos (toma hype) para dentro de un tiempo.
¡Nos leemos! =D
Uao, realmente interesante. Me encanta cuando se mezclan las otras disciplinas de los autores con la escritura (yo lo tengo más difícil porque la mía son las matemáticas... pero se intenta jajaja)
ResponderEliminarEn este caso, nunca se me habría ocurrido fijarme en la historia para la creación de personajes. Eso sí, lo he visto completamente factible en la figura de Josephine, daría para un buen relato!
Toda tuya Josephine, pero si te decides a darle un relato, yo quiero leerlo ^^
EliminarMe alegro de que la entrada te haya resultado interesante, ya me apetecía hablar desde mi campo. En tu caso, si bien reconozco que es más complejo, podría ser muy interesante la aplicación de las matemáticas a la escritura.
¡Nos leemos!^^
Eso de combinar distintos personajes históricos me parece divertidísimo xDDDD
ResponderEliminarYo no suelo basar mis personajes en la historia, pero si que es cierto que valoro mucho estos guiños en la literatura: Terry es un claro ejemplo, tiene a medio mundo tranfigurado en sus novelas xD
Nos leemos!
Terry es un maestro en ese aspecto, y lo cercano que te resulta al ver a sus versiones históricas en los libros es algo inexplicable. A mí me encanta ^^
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