Seamos sinceros: los lectores se aburren. Por mucho entusiasmo que pongas, tarde o temprano todos nos cansamos de la sopa de ajo.
Y sopas de ajo hay muchas últimamente. La misma historia contada cien veces que ya sabes como va a terminar. Los mismos personajes, situaciones tópicas de peli barata...
¿Todo esto te recuerda a tu novela? ¿Lo que escribes suena predecible? ¿Temes estar haciendo lo mismo de siempre?
Si es así, deja de leerme con voz de teletienda y escucha. Lo más probable es que tengas un problema con la trama. Y por suerte para ti, eso tiene solución.
Para arreglar una trama aburrida basta con aplicar tres reglas muy sencillas. Y con eso y un bizcocho, tienes un novelón del copón. ¿Eso asegurará que tu historia enamore al mundo?
Probablemente no. Pero eso tú ya lo sabías, Excentrya lo dejó claro cuando dijo que eres un escritor de mierda. Y mejor que así sea, porque no dejarás de aprender ^^
En fin, menos cháchara y vayamos al grano, a las tres reglas de oro para crear tramas de la leche.
1. Cualquiera puede morir
Lo que más le aburre a un lector es percibir a los personajes como intocables. Como tienes miedo de herir a tus criaturas, los blindas. Y entonces a nadie le importa lo que les sucede. Total, nunca existe peligro real...
Sé que jode mucho, porque les tienes cariño. Pero a los personajes hay que joderles la vida. O al menos putearlos lo bastante como para que al lector le preocupen.
Uno de los encantos de la saga de Skulduggery Pleasant es precisamente eso. Como ya ha dicho su autor en varias entrevistas, cualquiera puede morir. Y eso se aplica desde la primera página a sus novelas.
Nadie está realmente a salvo. Ni villanos ni protagonistas. Y la muerte les llega de forma natural, accidental incluso. Sin aspavientos ni melodramas: muerte y al hoyo.
Aunque cuando tu prota es un cadáver la amenaza de muerte ya tal |
Eso hace que sus lectores vivamos cada escena con miedo en el corazón. Cosa comprensible cuando ves desaparecer de un plumazo personajes a los que conoces desde hace una década... u_u
Tu objetivo debe ser lograr eso mismo en tu lector: no importa cómo lo hagas, pero debes conseguir que la suerte de tus personajes le angustie.
Y eso no necesariamente implica el uso desmedido de la violencia. Los lectores de El largo viaje a un pequeño planeta iracundo también sufren sin medida en pensar que algo malo pueda pasarle al elenco. Y no hay demasiada violencia en la novela de Chambers ;)
2. No nos gustan los blancos
Ni los negros. En realidad lo que nos gusta es
Cuando leemos, buscamos evadirnos. Y por extraño que pueda parecer, nada ayuda a despejarse más que estar sufriendo por los dilemas de terceros.
Por eso nos aburre leer sobre personajes que son todo bondad (o todo maldad). Necesitamos que nos den chicha, salseo y PROBLEMAS. Muchísimos problemas.
Eso explica el éxito que tienen personajes como Kerr, la protagonista de Horizonte Rojo, o el propio Skulduggery. Personajes que tienen su propia voz.
La mercenaria Kerr es una mujer cafre. Pero mucho. Una tipa que la caga constantemente en todas las decisiones que toma. Y a la que realmente le importa un bledo que eso ocurra. No hay mal que no pase con un buen trago (o diez). Desde luego, no puede decirse que sea un dechado de virtudes.
Kerr es una mala influencia, pero... Ains *¬* |
Tampoco Skulduggery lo es. Si el ego tuviera cara, sería la suya. Es una persona egoísta, irascible y vengativa. Capaz de utilizar a amigos y parientes de la forma más vil y despreciable. Y además reincidirá sin arrepentirse en absoluto de ello. Un angelito del Señor. Pero bien, ¿qué puedes esperar de un tipo que perdió su propia calavera jugando al poker?
Ambos personajes han enamorado a su respectivo público gracias a ese carácter marcado. Son únicos, imperfectos. Y eso es lo que los hace humanos, creíbles y atrayentes.
Una mala trama puede arreglarse dotando a sus protagonistas de la personalidad adecuada. Huye de tópicos maniqueos y crea personajes cargados de defectos que los lastren y entorpezcan a cada paso.
Solo así habrá salseo. Y donde hay salseo hay lectores lanzándote billetes a la cara porque desean seguir leyendo tus historias, Así que venga, danos más gasolina ^^
3. La tradición no es excusa
Que algo se haya hecho siempre así no es un argumento de peso para no cambiarlo. Si no, aún conservaríamos esa fascinante costumbre de celebrar bacanales para honrar a Nuestro Señor Dioniso.
Si quieres ser escritor, además de un sádico con tus personajes, debes ser una persona con inventiva. Plantea los mismos problemas de siempre, pero resuélvelos de forma original e inesperada.
Ni el objeto perdido debe estar oculto en unas catacumbas infestadas de zombies, ni los elfos han de amar la naturaleza y vivir en los bosques. Pásate esto por las gónadas y haz lo que te de la real gana.
En tu historia no habrá más normas que las que tú mismo te impongas. No hay leyes cerradas para ningún género. Y si las hay, rómpelas de una patada en la mandíbula.
El señor Derek Landy sabía eso. Por este motivo la sede de la magia de Irlanda la situó en el lugar más insospechado. El Museo de Cera de Dublín. Y esta es solo una de las sorpresas que parecen un chiste que puedes encontrarte en sus novelas.
Tu función como escritor es convertir el "nada es lo que parece" en algo sublime. Y sí, puedes usar tópicos si lo deseas. Pero no bastir tu historia en ellos.
Construye una sociedad de elfos tecnófilos, pon tus objetos sagrados en un coqueto apartamento con concepto abierto (sigue siendo igual de satánico y monstruoso que unas catacumbas). Haz lo que te salga del alma, pero no cocines sopas de ajo.
Como veis, arreglar los defectos de trama puede ser algo muy sencillo si aplicas estas tres reglas. Revisa tu novela y si conviene, aplícaselas sin miedo.
Ah, y por si os lo estabais preguntando, la respuesta es sí. Me he currado este super post solo para daros ganas de leer la saga de Skulduggery Pleasant.
Podría haberlo dicho de buen principio y dedicarle un post entero. Pues sí, la verdad. Pero creo que presentándola así es más divertido. A fin de cuentas se trata de una historia cuyas tramas se sostienen muy bien a pesar de la longitud.
Y el puto protagonista es un jodido esqueleto. ¿De verdad alguien no quiere leerse la historia de un cadáver con traje que conduce un Bentley? En fin...
¡Nos leemos! ^^
Si quieres ser escritor, además de un sádico con tus personajes, debes ser una persona con inventiva. Plantea los mismos problemas de siempre, pero resuélvelos de forma original e inesperada.
Ni el objeto perdido debe estar oculto en unas catacumbas infestadas de zombies, ni los elfos han de amar la naturaleza y vivir en los bosques. Pásate esto por las gónadas y haz lo que te de la real gana.
En tu historia no habrá más normas que las que tú mismo te impongas. No hay leyes cerradas para ningún género. Y si las hay, rómpelas de una patada en la mandíbula.
El señor Derek Landy sabía eso. Por este motivo la sede de la magia de Irlanda la situó en el lugar más insospechado. El Museo de Cera de Dublín. Y esta es solo una de las sorpresas que parecen un chiste que puedes encontrarte en sus novelas.
Ahí, entre futuro sebo de velas reside la cuna de la magia irlandesa |
Tu función como escritor es convertir el "nada es lo que parece" en algo sublime. Y sí, puedes usar tópicos si lo deseas. Pero no bastir tu historia en ellos.
Construye una sociedad de elfos tecnófilos, pon tus objetos sagrados en un coqueto apartamento con concepto abierto (sigue siendo igual de satánico y monstruoso que unas catacumbas). Haz lo que te salga del alma, pero no cocines sopas de ajo.
Como veis, arreglar los defectos de trama puede ser algo muy sencillo si aplicas estas tres reglas. Revisa tu novela y si conviene, aplícaselas sin miedo.
Ah, y por si os lo estabais preguntando, la respuesta es sí. Me he currado este super post solo para daros ganas de leer la saga de Skulduggery Pleasant.
Podría haberlo dicho de buen principio y dedicarle un post entero. Pues sí, la verdad. Pero creo que presentándola así es más divertido. A fin de cuentas se trata de una historia cuyas tramas se sostienen muy bien a pesar de la longitud.
Y el puto protagonista es un jodido esqueleto. ¿De verdad alguien no quiere leerse la historia de un cadáver con traje que conduce un Bentley? En fin...
¡Nos leemos! ^^
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