Porque asesinar a nuestras creaciones es un reto creativo.
Una de las cosas que más cuestan a los escritores, sean del género que sean, es hallar la forma de dar una muerte adecuada a nuestros personajes.
Entre otras cosas, porque en esta cuestión entra en conflicto, por un lado, nuestro deseo de dar un final digno para este personaje, y por otro lado, la necesidad de presentar dicha muerte como algo verosímil y justificable a ojos del lector.
Porque uno no puede ir asesinando a todo lo que se mueve en su novela, ni resulta creíble que justo en el último momento el villano muera de un infarto, por mucho que en la vida real esto sea plausible. A fin de cuentas, la ficción se mueve por sus propias reglas.
Con el fin de haceros la tarea de darle matarile a vuestros hijitos de tinta, permitidme que os ilustre en el delicado arte de matar personajes con unas sencillas fórmulas.
1. El muerto inoportuno
Si quieres que el lector que frustrado, patidifuso y maldiciendo en arameo ante el traspaso de tu personaje, esta técnica es la más adecuada para ti.
Su ejecución, mis queridos aprendices de sicario, es sencilla y rápida. A fin de cuentas, el peso de la muerte del personaje radica en el momento en el que muere y/o en la propia identidad de dicho personaje.
Para que me entendáis un poco mejor: Ned Stark es un ejemplo de lo que yo llamo un muerto inoportuno, pues su defunción no solo desencadena infinidad de desgracias en el mundo en el que vive, sino que se va a la tumba llevándose consigo una información crucial. Gracias a su muerte, Jon Nieve y los lectores seguimos desconociendo la identidad de la madre del susodicho bastardo.
La que has liado, pollito... |
Un escritor puede aplicar la técnica del muerto inoportuno poniendo fin a la vida de un personaje justo cuando este acaba de descubrir un gran secreto y se disponía a contárselo al resto del elenco. También es útil esta técnica para dejar al héroe privado de maestro o de una información vital que ahora deberá descubrir por sus propio métodos.
Aplicar esta muerte crea una sensación de impotencia en el lector, que ve cómo el hilo de los acontecimientos se desmorona, y además nos permite acelerar o cambiar el rumbo de la historia. Y si encima lo haces al final de un capítulo, habrás creado un señor cliffhanger.
2. La muerte por adelantado
Parecida a la técnica anterior, este tipo de defunción consiste en que un personaje clave para la trama muera a manos de los antagonistas antes de que los protagonistas logren localizarle o minutos antes de reunirse con él.
Esta técnica se aplica mucho en thillers policíacos, donde el asesino o el enemigo a derrotar elimina a los testigos que puedan inculparle justo antes de que los héroes puedan hablar con ellos u obtener la información/el objeto que estos personajes custodiaban.
A la memoria me viene como ejemplo la película La Novena Puerta (adaptación de El club Dumas), donde esta técnica es usada de modo recurrente para poner al protagonista en aprietos y dificultar su tarea de encontrar unas xilografías de vital importancia para la trama.
Ha muerto más gente por estos garabatos... |
Como en el caso anterior, la muerte de estos personajes obliga a cambiar de rumbo la trama de la novela y representa un obstáculo inesperado para el avance de la historia que, si se aplica bien, mantendrá al lector en vilo.
3. El canto del cisne
Se creía antiguamente que cuando un cisne cantaba (cosa improbable), emitía una bellísima melodía y que esto presagiaba la muerte inminente del animal. A raíz de esta creencia, se suele llamar "canto del cisne" a la última gran obra maestra de cualquier artista.
En el caso que nos ocupa, el canto del cisne se refiere al último gran sacrificio que puede hacer un personaje: entregar su vida por una causa o para salvar a las personas que le importan.
Da igual que se trate del protagonista, del antagonista o de un secundario. Este personaje se entrega para dar tiempo a sus compañeros o por proteger la misión en la que cree. Y sí, da como resultado una escena lacrimógena y épica.
"¡No puedes pasar!" |
A menudo, este sacrificio va precedido de una redención, sobre todo si se trata de un personaje que acaba de cambiar de bando por un motivo u otro. Su perdón hace creer al lector que le aguarda un futuro brillante en esta nueva senda que emprende.
Su muerte es, por lo tanto, algo inesperado y que además resulta dramáticamente injusto, pues todo ese futuro con el que se había especulado, se desmorona como un castillo de naipes ante el lector, que queda conmocionado por la tragedia y compartirá el duelo con el resto de elenco de personajes que también presencian esta muerte.
4. La cuchillada por la espalda
Esta muerte va precedida o bien por una traición, o bien por un ataque relámpago que acaba con la vida del protagonista justo cuando parecía que todo iba a salir bien.
La épica fantástica ha abusado un poco de este tipo de muertes, que suelen suceder en el fragor de la batalla. El grupo protagonista parece perdido y justo en ese instante llegan los refuerzos que salvan la situación. Todo es alegría. Sin embargo, en el último momento, una flecha traidora o un puñal arrebatan la vida a un miembro del elenco.
Cuando te mandan recuerdos y te llegan a lo más hondo |
Pero esta circunstancia no tiene por qué darse únicamente en una batalla. Tranquilamente puede suceder, por ejemplo, en una cena de reconciliación entre familias rivales, que se unen para perdonarse mutuamente... Hasta que una de las dos decide cobrar venganza.
Sea como fuere, la muerte se produce en un momento de aparente victoria que torna este triunfo agridulce y que, en algunos casos, puede truncar esta victoria en derrota al haber perdido a un miembro clave del grupo.
Estas son solo algunas fórmulas para convertir el asesinato de personajes en un delicado arte al servicio de la trama, pero existen otras muchas formas para poner fin a la vida de nuestras creaciones. ¿A vosotros cuáles se os ocurren?
¡Nos leemos! ^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda que al comentar en esta página estás aceptando nuestra política de privacidad. Puedes obtener más información al respecto en el siguiente enlace:
http://escribeconingenio.blogspot.com/p/politicas-de-privacidad.html