Porque usar la Historia para justificarte es la opción fácil...
A veces en La Nave Invisible dejamos de lado la pizza para tratar temas serios, así fue como, charlando distendidamente, caí en la cuenta de que muchos escritores usan la historia para justificar cualquier atrocidad que se comenta en sus obras.
No, no estoy aquí para denunciar el abuso de la violencia como recurso para caracterizar personajes, sobre eso tiene un excelente artículo Rocío Vega.
Lo que pretendo es desterrar milongas para que, al escribir vuestras historias de ficción, no caigáis en la trampa de explicar la violencia en vuestro mundo en base a supuestas realidades históricas.
Para empezar, permitidme una afirmación rotunda: la violencia es una realidad histórica.
Sí, mis estimados lectores; los tiempos de nuestros antepasados tenían una dinámica de agresividad, sangre y destrucción muy acusada. La naturaleza humana es así...
No obstante, esto no significa que dichas manifestaciones de conductas agresivas estuviesen bien vistas, y mucho menos institucionalizadas.
A continuación os dejo una hermosa lista de actividades de carácter violento que aparecen en las obras de ficción amparándose en el supuesto de que se inspiran en realidades históricas:
1. La violencia institucionalizada
O siendo menos académicos: cómo la violencia es legalizada por los poderes de la sociedad que hemos creado.
Es cierto que algunas prácticas que hoy nos parecen violentas o inmorales fueron aceptadas como correctas en marcos legales pasados. Por poner un ejemplo rápido: los castigos públicos.
No era descabellado en la España del siglo XVI que un hombre acusado de latrocinio fuese despojado de sus ropas, atado en un palo en medio de la plaza, expuesto al escarnio público y flagelado por las autoridades.
Perfecto. Nadie te va a soltar un improperio si en tu mundo de fantasía, inspirado en la Edad Moderna, tus personajes son humillados públicamente por robar pan.
Paseados en asno y expuestos a la humillación |
Sin embargo, si es posible que alguien se te lance al cuello si decides ampararte en esta premisa para institucionalizar ciertos abusos. ¿Un ejemplo? El maldito derecho de pernada.
Es el clásico de los mundos inspirados en el Medievo (aunque hay otras maneras de escribir sobre la época) y lo más flagrante es que no tiene ningún fundamento. A ver si me hago entender sin sonar pedante:
El dicho Derecho de pernada es un abuso de poder por parte de un señor feudal sobre sus campesinos. Las víctimas, sometidas a la autoridad de este, difícilmente denunciarán dicho abuso, pero eso no significa que el feudal tenga cobertura legal para obrar así. Lo que tiene es impunidad ante la justicia.
Otras fuentes incluso señalan que el dicho derecho hace alusión a un ritual simbólico: el señor pisa a la campesina/sube sobre la cama de los campesinos recién casados y los pisa para demostrar su poder (nada de follar, señores).
El agraviado esposo observa impotente... Nadie piensa en la joven |
Las violaciones a mujeres de posición inferior existían, pero no estaban institucionalizadas como derecho, a diferencia de otros muchos malos usos que fueron abolidos en la Sentencia Arbitral de Guadalupe.
Por si alguien tiene interés, aquí le dejo la lista de algunos de los que se aplicaban en la Corona de Aragón:
-Eixorquia: Punición económica al matrimonio campesino que muere sin hijos que sigan trabajando para el señor.
-Intestia: Punición económica para el campesino que muere sin haber dejado testamento.
-Cugucia: Punición económica por adulterio. Si el marido es consentidor, doble punición.
-Arsia: Punición económica para el campesino en caso de incendio fortuito en las tierras donde vive y trabaja (porque son del señor, no suyas).
Como veis, existen muchos derechos señoriales con los que agraviar a los campesinos de nuestras historias, no hace falta regalarles además a los nobles el derecho a violar a nadie.
2. La puerta al Cielo tiene anillo
Porque la única salida honrosa y satisfactoria para una mujer es casarse y tener hijos, borrando así su pasado lleno de dolor y violencia.
El rapto, la violación, la coacción económica, la presión paterna... Ninguno de estos tradicionales actos de agresión hacia una mujer son lo suficientemente graves como para que una boda no pueda limpiarlos.
No importa qué tipo de mala vida llevase, ni lo desgraciada o pobre que fuese; para algunos autores basta con poner a un amable galán o a un calavera reformado para dar un final feliz al pobre personaje femenino.
Esta idea tan interiorizada de que no hay más destino para la mujer que un altar me saca de mis casillas. Existen otros muchos caminos, incluso si quieres ser un purista que crea sus mundos en base a paradigmas históricos.
Pero antes de daros el abanico de opciones, me vais a permitir un breve reflexión, porque el tema me preocupa.
Que el papel tradicional de la mujer es ser madre y esposa lo sabemos todos, no hay réplica. Ahora bien, ¿qué oscuras fuerzas os llevan en pleno siglo XXI a idealizar el matrimonio?
A lo largo de mi vida lectora he visto de todo, pero respecto al matrimonio femenino hay unos patrones que se repiten con vergonzosa frecuencia:
a) El matrimonio como arreglo
Como el protagonista no ama a esta joven amiga de la infancia, la casamos con un primo/galán de cine para que su vida sea feliz. Ah, y que salga embarazada en el epílogo.
A ver, amigos: las relaciones sentimentales no se sacan de la manga. Olvidar el primer amor es común, pero no es algo que ocurra de repente por la aparición de un joven y apuesto pretendiente.
Azur y Asmar o "Cómo meter a última hora a una princesa" |
b) El matrimonio como restauración del honor
La joven ha tenido una mala vida de pobreza y vejaciones que la han convertido en una marginada social (o prostituta, porque para la mujer parece que no hay otro tipo de marginación).
Por suerte, el compasivo escritor la hará tropezar con un amable caballero que la amará locamente por su belleza y que se casará con ella, devolviéndole la honra.
Decías que eras un purista que lo basa todo en hechos históricos, ¿no?
Bien, pues que sepas que si se te ocurre hacer lo que acabo de describir, la feliz pareja va a pasar las de Caín, porque los padres de él jamás aceptarán el matrimonio, el amable caballero será desheredado y ambos vivirán en la pauperridad.
O lo que es más posible: el tipo la querrá con locura, pero solo como amante porque con esas jovencitas uno no se casa, se divierte.
Toma rigor histórico, para que se te quiten las ganas de idealizar las bodas.
c) El matrimonio como puerta hacia el amor
Venga, banda sonora que la estáis tarareando todos...
Recuperemos a la jovencita de infausta vida de hace un momento. O mejor: vamos a coger a una jovencita inocente y casta, hija de un hombre rico.
La bella y graciosa moza, marchose a dar un paseo a caballo y es secuestrada por un grupo de rufianes y malhechores de negro corazón.
Mientras su padre la busca, la joven convive con el grupo de bandidos, es humillada por ellos y puede que hasta deshonrada por el jefe (solo por él, que para algo manda y monopoliza "el botín").
Pero, ¿qué es lo que se encuentra el padre al llegar al rescate de su hijita? ¡Pues que se ha enamorado del malhechor que la secuestró y maltrato! Y no solo eso, ¡es que se ha casado con él!
El rapto de las Sabinas: amor en estado puro |
No voy a decir que el matrimonio post-secuestro no se aceptara como opción honrosa en el pasado, pero elimina el amor de la ecuación. ¿O es que pretendes hacerle una oda al síndrome de Estocolmo?
Estimados escritores que aman la historia y desean serle fieles incluso cuando escriben fantasía, permítanme que les señale unas opciones igual de válidas que el matrimonio para hacer progresar a sus personajes femeninos:
1. Empoderamiento: La joven no solo se sobrepone a su infausto destino, sino que además sabe sacar partido de la misma y jugar con las cartas que le han tocado.
Ej: Greer Castelroy, de la serie Reign.
Lady Greer, para mí un gran personaje |
2. Superación: La muchacha supera su deshonroso pasado y decide hacerse a sí misma. Puede que la sigan mirando por encima del hombro, pero será libre.
Ej. Anne Bonny, personaje histórico.
Sí, tu opinión también ^^ |
Quizá no sea un ejemplo a seguir, pero a pesar de lo que dijeran de ella, vivió y murió haciendo lo que quería.
Existen más opciones, señores escritores. No es necesario acabar casando a todos y cada uno de sus personajes femeninos para darles un final digno.
Pero si ninguna de las ideas que planteo son de su gusto y conveniencia, siempre pueden casarlas con Dios y hacer de sus mujeres sacerdotisas ;)
3. Doble vara de medir
También conocido como Síndrome de Pego Más a Quien Peor me Cae. O lo que es lo mismo: las leyes de tu mundo se alteran según cuál de tus personaje vaya a ser víctima de las mismas.
No es el delito cometido el que impone el castigo, sino la identidad del infractor. Y si bien es cierto que históricamente no se castiga de igual forma el crimen de un campesino que el de un noble (para algo tienen impunidad), esto no tiene por qué suceder entre miembros de un mismo estamento.
Para que entendáis a qué me refiero pondré un ejemplo que os resulte familiar: procesos de brujería.
Aunque la ficción no lo refleje, por igual era juzgados y condenados hombres y mujeres acusados de herejía y de adoración al Diablo.
Sin embargo, cuando uno leer en una obra de fantasía sobre caza de herejes, la principal víctima de dicha persecución suele ser una fémina, a poder ser joven.
De acuerdo: estadísticamente en nuestro mundo hay más casos de brujería contra mujeres que contra hombres, pero eso no significa que no hubiesen brujos, así que no los suprimas de tu novela porque una jovencita sea más vistosa.
Y esto nos conduce al siguiente punto: las penas aplicadas.
No sé cómo sucede, pero cuando una mujer acaba en un calabozo, por bruja o por robar pan, en pocas páginas es desnudada, agredida y violada repetidas veces a no ser que aparezca un héroe salvador.
En cambio, si el secuestrado es un hombre, salvo en casos excepcionales (como que termine en manos de Glokta) éste solo es desnudado de cuerpo para arriba y flagelado hasta el desvanecimiento.
La imaginación humana no tiene límites... y menos para hacer daño |
Y lo mismo podría aplicarse cuando entra en escena la llamada justicia poética: la crueldad del mundo cae con todo su peso sobre la protagonista femenina, que será víctima de torturas y abusos por su mala conducta, mientras que el masculino podría acabar simplemente muerto.
¿A qué es debida esta diferencia de trato?
Bien, pues a mi humilde criterio esto responde a la mala costumbre aún no desterrada de utilizar a la mujer como instrumento narrativo, el mismo vicio que nos empuja a seguir retratando sociedades machistas aún en mundos de fantasía con la milonga del rigor histórico.
Creamos mujeres (hermosas, of course) y las usamos para descargar sobre ellas la crueldad del mundo. Simplemente porque nos resulta sencillo. Dejamos que fluya la violencia y que se cebe con quien, históricamente, ha sido blanco y agente pasivo ante ella. Muy bonito.
Parece mentira, yo venía aquí a protestar por el uso de la Historia como justificante de la violencia y he acabado hablando de los terribles abusos que sufren los personajes femeninos. ¿Da que pensar, no?
Bien, no sé qué reflexión habréis sacado vosotros del rollazo bíblico que os acabo de meter, simplemente me gustaría que, tras su lectura, penséis detenidamente cómo y por qué motivo aparecerá la violencia en vuestros mundos de fantasía.
Con un poco de esfuerzo y conciencia tal vez logremos, como decía el señor Blanco en el artículo que os he enlazado por ahí, hacer una fantasía sin machismo, que sea capaz de curar y destierre para siempre el abuso como recurso barato. Quizá sea utópico, pero yo pienso hacerlo. ¿Y vosotros?
¡Nos leemos! ^^
Me ha parecido muy muy muy muy interesante!! De verdad, que buena entrada :) No suelo leer novela histórica o sencillamente basada en un mundo medieval (una época que más bien repudio) pero lo poco que he leído cumple todo lo que has estado mencionando. Y ya no hablemos de las películas... Lo que más me molesta es justamente esto último que comentas, la protagonista siempre es violada como castigo y encima suele ir acompañado del hecho de que era virgen y ahora ha sido "deshonrada" y necesita casarse urgentemente. Gracias por currarte tanto la entrada, estaré pendiente de más!
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias a ti por leerla ^^
EliminarLo cierto es que, como historiadora, sufro mucho cuando veo aparecer (en novelas históricas o en novelas de fantasía/Ci-Fi) tamaña cantidad de supuestas "verdades".
Al parecer, algunos se han tomado muy en serio lo que proyectan las películas y la idea de que el Medievo es una época oscura y brutal, y han prescindido de informarse profundamente antes de ponerse a escribir.
En fin, espero que con los años este tipo de cosas dejen de ser tan recurrentes en la ficción.
Me temo que entre no les da la gana de documentarse y que se toman en serio o como válido lo que hacen otros, pues así nos va. Aunque creo que el colmo es cuando se documentan de ciertos aspectos de ese periodo histórico sobre el que están trabajando pero justo lo que concierne a las mujeres, pues como que no...
ResponderEliminarMe ha parecido una entrada muy, pero muy interesante, como ya se ha comentado.
ResponderEliminarPero hay algunas cosas que no las he interpretado del todo bien, creo. En algunos puntos me parece una crítica que valdría quizá algo más para la novela histórica (mal documentada) que para la fantástica, ¿no?
Es decir, si pienso en el derecho de pernada, por ejemplo, ¿por qué no puede ser un derecho legalizado dentro del esquema de mi mundo?
Si bien iría como un tiro para cierta fantasía "documentada" que está cada vez más de moda, supongo que en gran medida por el éxito de Juego de Tronos.
Pero a mí es que no me deja de chirriar la idea de que la fantasía pueda tener o no tener rigor, es decir, es fantasía, no hay una base real sobre la que documentarse (y esto es lo bueno).
En general interpretaría el texto como "si vas a copiar el mundo real, hazlo bien", con lo cual no puedo estar más de acuerdo, aunque yo añado una segunda apreciación: "¿para qué tienes que copiar el mundo real?"
En cualquier caso, como digo, una entrada interesantísima. Me ha encantado sobre todo la parte de las relaciones, aunque de todos los puntos que desarrollas ninguno tiene desperdicio.
Un saludo, y disculpa la parrafada que te dejo.
Primero de todo, muchas gracias por comentar ^^
EliminarAhora entremos en materia:
1. Esta entrada va enfocada a los escritores de fantasía que deciden (o dicen) inspirarse en nuestra historia y luego introducen en su obra elementos bien extraños amparándose en un supuesto rigor histórico.
2. Sin duda alguna, estás en tu derecho de introducir el derecho de pernada en tu mundo imaginario (aunque no dejarías de estarte inspirando en la re-interpretación de una mala praxis existente en nuestro mundo), siempre y cuando me expliques el motivo. Es tan sencillo como que un personaje diga algo como "Desde los tiempos del Rey Tal esto ha sido un derecho de los nobles, no entiendo por qué te quejas". Más que nada para demostrar que este supuesto derecho es cosa de tu mundo, no un préstamo del nuestro.
3. A la fantasía se le pedirá rigor desde el momento en que su autor la presente como un mundo basado en (inserte aquí periodo histórico de su elección). Con todo, aunque la fantasía es un ejercicio de imaginación, es casi imposible no inspirarse en algo tangible y modificarlo al gusto. Es cuando se escribe desde este supuesto purismo que se alzan las voces críticas (y cuando justificas atrocidades diciendo que "es que en el Medievo...").
Por último, decirte que estoy muy de acuerdo con tu última pregunta: ¿para qué copiar el mundo real pudiendo crear otro distinto (y puede que mejor)?
¡Nos leemos! ^^
Muy buena la entrada. Otro de esos mitos históricos de violencia, que el cine y la televisión se han dedicado a amplificar, es el de las peleas de gladiadores. Que se ha trasladado también a la literatura de fantasía. Y, aquellos combates, ni eran orgías sangrientas, ni acababan obligatoriamente con la muerte de uno de los contendientes. Y había cantidad de reglas y árbitros para que los combates fueran justos.
ResponderEliminarCon respecto a la cuestión de sexo, es cierto que hay que seguir aprendiendo a desaprender. Por ejemplo, se pueden leer novelas de fantasía en las que una mujer tenga un rol de poder y violencia sobre un hombre, pero ya es más raro que esa violencia se ejerza en el ámbito sexual, cosa normal cuando se trata de hombres. Y más extraño es encontrar alguna en la que se haga hincapié en los sentimientos de indefensión, de humillación, de violación de ese hombre forzado por una mujer. Que, curiosamente, sí aparece cuando es otro hombre el que ejerce la violencia sexual. Cuando se trata de "mojar" da la sensación de que no hay matiz negativo cuando se trata de hombres, aunque sea a la fuerza. No sé si me he explicado.
Un saludo
Lo de los gladiadores también es flagrante. Con lo caro que salía entrenar a uno, como para irlos matando alegremente...
EliminarEntiendo lo que quieres decir respecto al sexo, esa idea de que un hombre forzado por una mujer debería sentirse "afortunado" y no una víctima. Es todo mentalidad y pocas ganas de librarse de esa visión del mundo, me temo u_u
Me encantó la entrada, no sabía lo del derecho de pernada pero ni loca se me ocurriría meterlo en mi novela. Y muy curiosos esos otros castigos que pusiste, tomo nota.
ResponderEliminarLo único que me dejó un poco confusa fue eso de que Anne Bonny fue ahorcada por piratería. Me encanta la época dorada de los piratas y tenía entendido que fue de las pocas que vivió una vida longeva (hasta los 80-90?) y murió de causas naturales. Pero no soy historiadora ni mucho menos jajaja Solo es lo que leí hace tiempo.
Pues sobre eso poco puedo decirte, por lo que yo sé fue ejecutada (a una edad avnzada, eso sí), pero bueno, me río yo del rigor de los procesos judiciales. A saber si le colgaron el sanbenito a otra, o si realmente la ejecutaron pero corrió la voz de que estaba viva... No sería el primer caso ^^'
EliminarYa no recordaba a quién debía el enorme placer de haber conocido a Laura Morán Iglesias y su antología hasta que he vuelto a leer esto, gracias a tí también. Y por todas esas entradas que me han ayudado a construir mi relato.
ResponderEliminarNo se merecen, celebro que haya sido provechosa la lectura y que te haya llevado a un proyecto tan grande como el de Laura =)
EliminarEstaba deseando que alguien lo dijera. Tanto "rigor histórico" pero luego el mundo es uno completamente distinto al nuestro (por lo que tendrá su propia historia) pero los mundos tienen dragones, viejos de 80 años cuando no hay una medicina avanzada y magos. Pero eh, mujeres libres NUNCA, RIGOR HISTÓRICO EH.
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