Un año con Bullet Journal


El fin del periodo estival marca el principio del nuevo año. Y con él, llegan los nuevos proyectos y objetivos.

Por ejemplo, yo me he marcado como meta reducir el volumen de publicaciones en el blog a dos al mes. Entre otras cosas porque muchos de mis artículos y reseñas ya se publican regularmente en la web de Windumanoth.

Bueno, eso y añadir secciones nuevas al blog. Para traeros más grimdark y historia. Seh, es contradictorio lo de reducir añadiendo. En mi cabeza todo tiene sentido, en serio. No me juzguéis. A fin de cuentas yo siempre he sido un agente del Caos.

Muestra de ello es que marco el principio del año donde me da la real gana. Y sí, ya tengo claro que según dicen el año empieza el uno de enero. Pero también es bastante claro que la realidad es que el año se inicia en septiembre, con el regreso a la rutina.

Una rutina que, al menos para mí, resulta menos angustiosa gracias a la técnica del Bullet Journal.



Balance anual

En septiembre de 2018, tras haber fracasado con otros métodos de organización, adopté el sistema del Bullet Journal como un intento para llevar al día mis actividades de ocio y laborales.

Así nació el WitchBujo, del cual he ido mostrando su progreso a lo largo de este año a través de Instagram. Sí, tengo perfil allí para subir fotos de mis gatos y alimentar mi ego. Y no me siento culpable por ello, que conste.

Portada del mes de abril en el WitchBujo

Como ya expliqué en su momento, mi Bullet Journal no es elaborado ni complejo. De hecho, si lo comparas con las maravillas que hay por ahí, es casi cutrillo.

Pero lo importante es que es funcional. Y a diferencia de las agendas, se ajusta a las necesidades personales de cada usuario. Para mí, que aborrezco sobremanera las agendas, hallar este sistema fue una bendición.

Así pues, tras un año de uso, lejos de aburrirme, el sistema del Bullet Journal me ha fascinado lo bastante como para repetirlo también durante este año.

A continuación os desgrano los motivos por los que este sistema es ideal para mi modo de trabajar. Y de paso, aprovecho para fardar con las fotos del WitchBujo.



Obligaciones 0 - Opciones 1000

El sistema Bullet Journal no tiene mayor requerimiento para el usuario que los que él quiera imponerse. Esto le otorga una flexibilidad que otros sistemas, como las agendas convencionales, no poseen.

Un Bullet Journal, de entrada, no tiene siquiera pautas de uso periódico. Así pues, puede convertirse en un organizador trimestral, mensual, semanal o diario.


Detalle de una semana de junio

A mí me ha funcionado mejor el planning por semanas que el diario, al no obligarme a tener que hacer uso del Bullet Journal cada día. 

El no tener esta obligación me ha permitido, por una parte, organizarme a medio-corto plazo. Y por otra, no agobiarme por si un día no podía darle uso.



Personalización

La segunda gran ventaja de este sistema frente a las agendas o planificadores tradicionales es que puedes adaptarlo a tus necesidades.

Un Bullet Journal es algo más que una agenda. Puede ser también tu libreta de cuentas o tu listado de lecturas anuales. También un recetario o la chuletilla con los trucos para jugar al poker y desbancar al resto de jugadores.

Todo eso es posible gracias a las colecciones. Esto es: secciones temáticas que incorporas a tu Bullet Journal para hacerlo afín a tu intereses.


Detalle de la colección de lecturas

Algunas de ellas son comunes a todos los usuarios que utilizan este sistema. Y otras son totalmente únicas y personales de cada individuo. 

Sin embargo, como decía al principio, cada uno se diseña su Bullet Journal como le da la gana. De modo que las colecciones que añadas y el uso que les des dependen únicamente de ti y de tus necesidades específicas.



Creatividad (o no)

Por último, aunque no por ello menos importante, un Bullet Journal puede convertirse en un espacio para desatar la imaginación y alimentar la creatividad.

Dado que toda la estructura y usos dependen de la voluntad de su creador, también la decoración (o la ausencia de ella) responden a los deseos del propietario del Bullet Journal.

Este suele ser uno de los argumentos para echarse atrás a la hora de decidirse a adoptar este sistema. El temor a no ser lo suficientemente creativo. Cuando, en realidad, decorar o no un Bullet Journal es algo optativo.


Aunque solo enseñamos lo cuqui, como este Cthulhu ^^'

Además, por mucho que los tablones de Pinterest insistan, no hay obligación de que cada mes sea una obra de arte digna de exhibirse en un museo.

De hecho, si preguntáis a la mayoría de usuarios de este sistema, os dirán que habitualmente se alternan páginas muy bien decoradas con otras que son más sosas que la comida de un hospital.

Entonces, ¿por qué hay tantas fotos chulas de Bullet Journal que parecen dignas de enmarcarse?

Pues porque inevitablemente, un sistema que apuesta tan fuerte por la filosofía de DIY, conduce a muchas personas a personalizar hasta el último detalle.



Es el lugar perfecto para probar los bolis nuevos

Total, si te apetece hacer un dibujito, ¿por qué no plasmarlo en ese dietario-agenda-todoterreno que has construido desde cero según tus deseos?

Y quien dice dibujos, dice poemas, citas o fragmentos de texto. Porque decorar no es solo dibujar, que conste. Y yo he visto verdaderas joyas minimalistas con caligrafías básicas.



En resumen, son la libertad creativa y la adaptabilidad lo que, según mi criterio, convierten a este sistema en algo funcional a la par que atractivo para espíritus libres.

Así que este septiembre, al igual que el pasado, lo inicio empezando de nuevo un Bullet Journal. Espero que otros os animéis a acompañarme en esta ocasión.


¡Nos leemos! ^^

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