Porque no hay que dejar morir el amor por los libros...
Existen pocas cosas más descorazonadoras para un amante de la lectura que el verse solo en su afición. Esto, por desgracia, resulta bastante habitual, sobretodo entre los jóvenes de nuestro país (y supongo que de todo el mundo).
No estoy diciendo que la juventud no lee, eso es una mentira muy grande: simplemente no mantienen este hábito cuando alcanzan la edad adulta.
¿Cuál es la causa de este abandono de la lectura pasado el periodo educativo obligatorio?
Todo indica que las tomas de contacto previo con el mundo de los libros son las responsables de que, cuando se abandona la secundaria, un gran número de jóvenes destierre el placer de la lectura de sus vidas.
Duele pensar que "disfrutar un libro" signifique esto para muchos |
Esto es debido a que las lecturas que se les han presentado durante su infancia y juventud no han sido capaces de atraerles lo suficiente como para mantener tan saludable hábito una vez deja de ser obligatorio leer X libros al año.
Actualmente, con tanto estímulo externo, leer es casi un ejercicio de fe más que una práctica de ocio. Y si a eso le sumamos el toparse con los libros menos indicados en la etapa de consolidación de esta actividad...
Sí, mis estimados lectores: existe un club de Damnificados por Lecturas poco Gratas, de lectores en potencia que se perdieron por culpa de tragarse bodrios infumables.
Así que, hablando en plata, hoy voy a rajar abiertamente de aquellas lecturas que pueden arrastrar a un joven al odio visceral hacia los libros.
¿O acaso tú no detestaste nunca una lectura obligatoria del colegio?