Porque se banaliza y desaprovecha la naturaleza...
La muerte en las novelas, especialmente en la fantasía épica, parece haberse convertido en las últimas décadas no solo en un recurso narrativo rápido, sino en un aliciente, un condimento jugoso para lectores y vendedores por igual.
Al parecer, si en una historia no mueren de media tres personajes en los primeros capítulos, este se considera insulso y aburrido, igual que ocurre en las bodas...
Sin embargo, esta actitud ha contribuido no solo a desvirtuar la muerte como elemento vital y a banalizarla, sino que también le ha restado valor al duelo y a la vida de nuestros personajes, como si lo más interesante de ellos fuese únicamente cómo y cuándo van a palmarla.
Con el fin de prevenir un mal uso del regalo que es la muerte en vuestras novelas, he aquí una lista de maneras de presentarla para sacarle todo el partido sin convertirla en un mero condimento de marketing.