Reseña: El Libro de Satán

¡Inclinaos, necios mortales, ante el Príncipe de las Tinieblas!


Colorida, ¿eh?
BÁSICO

Título: El Libro de Satán: Todo sobre el Culto al Diablo
Editorial: Hermenaute
Autor/es: Carlos Aguilar y Frank G. Rubio

EDICIÓN

Formato: Tapa blanda
Nº de páginas: 212
Año de edición: 2016
Precio de compra: 17,90€
(Puedes adquirirlo aquí)

PUNTUACIÓN: 5/5 ★★★★★

He aquí la última novedad de Editorial Hermenaute, con la que estrenan su colección Janus, dedicada al ensayo. Así, que como podéis deducir, no estamos ante una novela sensacionalista, sino ante un estudio sobre la figura del diablo.

El detallado prólogo de Lluís Rueda, editor de este magnífico libro que me trajeron los demonios (mentira, fue Correos), abre este detallado ensayo, una reedición actualizada de la misma obra que fue publicada en 1999 por Ediciones Temas de Hoy.

Y la verdad es que se trata de uno de los ensayos más completos que he leído sobre el tema (y he leído muchos), basta con echar un rápido vistazo al índice para darse cuenta de ello. Prácticamente se tocan todos los temas que un interesado en la figura de Satán querría conocer.

Por un lado, se nos analiza la figura del Diablo como tal, un recorrido casi histórico por sus nombres y hazañas, así como por los cambios de imagen que ha sufrido.


Inicio de uno de los capítulos del ensayo

Por otro lado, encontramos una notable parte del ensayo dedicado a analizar a ilustres personajes relacionados con el Diablo o el culto al mismo. Nombre conocidos como Rasputín, LaVey o mi tocayo, Aleister Crowley, junto a otros no tan famosos.

Y como no todo son biografías y clases de historia, la última parte del ensayo se dedica a analizar la influencia de su satánica majestad en el arte, haciendo especial hincapié en el ámbito musical. 

Ilustraciones y citas acompañas a los artículos

Vamos, que no deja teclas sin tocar. Y además la edición está cuidadísima, con ilustraciones en blanco y negro de una gran calidad. Es una verdadera gozada.

¡Ah! Que casi lo olvido: si tras la lectura os quedáis con hambre de más, el libro incluye un anexo bibliográfico con las fuentes consultadas y otros enlaces de interés.

En resumen, se trata de un ensayo muy completo que cumple con lo que promete ofrecer (y con creces), huyendo de tópicos y sensacionalismos morbosos, y permitiendo al lector conocerlo todo sobre el culto al Diablo.

Poco más puedo añadir sin destripar el contenido del libro, así que me despido de vosotros animándoos a echarle un ojo al Libro de Satán. Y si habéis tenido el gusto de leerlo, comentadlo y valoradlo en Goodreads.

¡Nos leemos! ^^


La importancia de los interiores al escribir


Porque los bienes no movibles también son importantes.

Estimados lectores, esta entrada es el resultado de no haber podido ir al Celsius este año y de pasar muchas horas reflexionando en mi entorno (osea, mi cuarto).

Estos ratos de envidia cochina a los que pudieron ir al festival de reflexión me llevaron a divagar absurdamente hasta llegar a la siguiente conclusión: los muebles son un personaje más.

No exactamente así...

No, no pongáis esa cara. Sabéis que el worlduilding me obsesiona, no debería sorprenderos que mi obsesión haya pasado del paisaje a las escenas de interiores ^^'

Para evitar que me mandéis a Arkham por inestable mental, permitidme que os explique por qué son los interiores tan importantes en las novelas.

Pero antes una pequeña aclaración: aunque use el genérico muebles, me refiero a toda la utilería del hogar (atrezo) que ayuda a componer una escena de interior.

Comentarios en el blog: ¿hasta dónde aguantar?



¿Cuál es el límite de un bloguero?

Pregunta casi retórica, pero es muy importante planteársela antes de abrir un blog, porque sino, puedes llevarte más de una desagradable sorpresa.

Como ya decía Excentrya en su artículo, internet está lleno de personas desocupadas que deambulan de un lado para otro buscando atención, y por suerte o por desgracia, los blogs los atraen.

Vamos a ser sinceros desde el minuto cero: los comentarios son imprescindibles para cualquier blog, porque escribir sin que nadie se pronuncie es bastante frustrante e inútil.

Ahora bien, tener comentarios regulares en el blog también tiene su lado oscuro, un reverso tenebroso lleno de personas dispuestas a caer sobre uno como una jauría de perros que no han comido en días.

Sí, querido lector, estamos hablando de trolls. Y no de esos adorables seres que salen en las novelas de fantasía y en las pelis de dibujos. Hablo de otro tipo de trolls ^^'

No, ellos no son (ojalá..)

No aparecerán el primer día que abras el blog. Ni el primer mes. Y si eres afortunado, ni siquiera en tu primer año de vida tendrás que sufrirlos. Pero llegarán, tarde o temprano lo hacen.

Y vienen en formato variable: el amargado, el sabihondo, el pedante, el latinajos, el maleducado, el spamer... Los hay de todo tipo y color, y todos son igual de molestos.

Hay que ir con mucho cuidado con ellos, pues no a todos se les ve venir. No, amigos. Algunos son lobos con piel de cordero, que se disfrazan de lectores que no comulgan con el contenido de una entrada (muchas veces por minucias), usando un tono educado en apariencia.


Se entiende, ¿no?

El autor de blog, acostumbrado a tener un trato amable con sus lectores, decidirá responderles con toda la buena voluntad del mundo. ¡Ni se os ocurra!

Contestar a este tipo de comentarios puede desencadenar una avalancha de mensajes que solo persiguen un objetivo: haceros sentir inútiles y miserables y engordar el ego del autor del mismo.

Puede que creas que la moderación de comentarios es la solución a este problema, pero no. Cito a Excentrya:

Puedes pensar que la solución es poner moderación en los comentarios. Craso error, mon ami. Si moderas los comentarios, con la esperanza de tener un blog limpio, libre de insultos, de bots y de vendedores, entonces alguien se quejará también. ¿Para qué pones moderación en los comentarios? ¿Es que no podemos decir lo que pensamos libremente? ¡Estamos en una democracia!

Esto se multiplica por 100 si te atreves a borrar un comentario (por insultante y ofensivo que sea) el amigo en cuestión te bombardeará: ¡Censor! ¡Dictador! ¡Tirano! ¡Satrapa! ¡Traidor! ¡Asesino de cachorritos! ¡El autor borra mis mensajes! ¿Dónde está la libertad de expresión? No lo sé…pero en mi blog no. Aquí mando yo, y si me sale de los cojones borrarte el mensajito de marras, te lo borro. Y listo. Hay millones de blogs en Internet, si no te gusta el mío, cierras la página y te vas…no es necesario que me dejes un comentario.

Grabaos a fuego las palabras de Jaume Vicent (Excentrya), porque os puedo asegurar que esto es así. Si les respondes, has alimentado al troll y desatado a la bestia. Si no contestas, te bombardearán. Si borras sus mensajes, rajarán de ti en sus círculos para sentirse importantes y superiores.

Da igual lo que hagas. Un troll es un troll, y está en su naturaleza ser destructivo. Pero no sufráis, que en esto no estáis solos ^^

Para que no os pille el toro en paños menores, hoy contamos con el apoyo de dos amables señoritas dispuestas a darnos su opinión sobre esta plaga que acecha en los blogs y a contarnos su experiencia. 

Lo que un escritor puede aprender de Pokémon GO



Porque un escritor puede y debe aprender de TODO.

Sí, también yo os voy a hablar del juego de mil infiernos que ha vuelto más loco al mundo en pocos días. Antes de empezar, sin embargo, me gustaría dejar claras dos cosas:

1. Salvo por la reducción de contaminación acústica en mi vida que ha supuesto el lanzamiento del juego (vivo cerca de una plaza, y ahora los niños no juegan ni alborotan), me declaro poco entusiasta del mismo.

2. Como veo muy estúpido ir comiéndose las farolas por la calle, todo lo que mencione del juego en cuestión lo conozco por el asesoramiento de mi hermana pequeña y de los muchachos a los que doy clases de repaso, así que ruego que los jugadores me disculpen por los errores que seguro voy a cometer.

Y ahora que he dejado claros mis principios, veamos cómo puede Pokémon GO ser un maestro para los que quieran dar su vida a la escritura:

Reseña: El sueño de la razón produce monstruos

¡Marchando una de tarde de terror!


BÁSICO

Título: El sueño de la razón produce monstruos
Editorial: Hiboria
Autor/es: Jorge Fernández Pérez.

EDICIÓN

Formato: Digital
Precio de compra: 1,50€
(Puedes adquirirlo aquí)

PUNTUACIÓN: 4/5 

Con una antología que tomó prestado el título de uno de los cuadros de Goya, hoy vengo ha hablaros de esta colección de relatos de terror publicada por Editorial Hiboria

El autor  y propietario de este sello editorial ha decidido compartir con quienes quieran leerlo diez relatos de terror y misterio, diez fragmentos de pesadillas y angustia capaces de poner fin a un sueño tranquilo.

Y es que en esta antología hay relatos para todos los gustos y paladares, y sino vean ustedes:

La ciudad de piedra: Un pesadilla onírica en una ciudad vacía que recuerda a Bierce.

El perro: El más breve de la antología, de final inesperado.

La bóveda del fin del mundo: Catálogo de malas palabras, humor negro y zombis.

Testimonio de Enzo Vidal, investigador paranormal: La historia de cómo este farsante acaba enfrentándose a un final Lovecraft Style.

Lo que mora en estas cumbres: El relato más clásico, la maduración de una historia de terror para adolescentes donde es Gaia el mal encarnado.

El festín: Relato con un estilo muy similar a los que hallamos en la antología weird Relatos insólitos.

Robert y el diablo de la encrucijada: Versión alternativa de la vida del conocidísimo guitarrista de blues Robert Johnson.

El mal verdoso: Relato para perder las ganas de acercarse al mar este verano, también con tono lovecraftiano.

Un caso especial: Relato para los amantes de las posesiones, el vudú y el chamanismo.

La isla emergida: El segundo intento del autor para que no pises la playa, donde el océano es cuna de todo lo maligno.


Una lectura muy recomendable para una tarde lluviosa (sobretodo si deseas pasar la noche en vela luego XD) que podéis adquirir en Lektu.


¡Nos leemos! ^^


La clave del worldbuilding


¿Cuál es el secreto para un worldbuilding creíble?

Tal y como prometí en la entrada anterior, hoy seguiré desgranando los grandes temas que salieron durante el Books and Beers celebrado el miércoles pasado en Barcelona.

Así pues, hoy debatiremos sobre si La historia interminable es o no es grimdark ^^

Mentira, ese tema mejor para otro día, si acaso debatidlo en los comentarios, porque de lo que hoy vengo a hablaros es del mayor secreto de los constructores de mundos, la clave para crear un worldbuilding creíble y realista.

¿Qué es lo más importante a la hora de desarrollar un mundo desde cero?

La respuesta a esta pregunta es tan sencilla que te sientes ridículo por no haber caído antes: el estadio tecnológico de nuestro mundo es la base del worldbuilding.

Los peligros del Worldbuilding


El worldbuilding puede ser tu mejor aliado... o tu peor enemigo.

Este miércoles estuve con Víctor Blanco y Roberto Alhambra en Barcelona en su charla sobre grimdark, y entre los muchos temas que se trataron (y que desgranaré en la entrada del martes), éste llamó especialmente mi atención.

Tratando sobre cómo llevar a cabo un worldbuilding decente, acabaron hablando de los peligros inherentes a la construcción de mundos.

Y es que, contrariamente a lo que puede parecer, un mal worldbuilding no es lo peor a lo que escritor de fantasía puede enfrentarse, existe algo peor: el enciclopedismo.

No soy tu reclamo comercial


Hola, soy un personaje (inserte aquí grupo minoritario) y existo para dar buena imagen de mi autor.

Pocas cosas en este mundo me enervan tanto como el uso comercial de temas polémicos, pero encontrarme semejante estrategia en la literatura me llena de ira.

Estimados lectores: si ser escritor consiste en manejar las palabras con maestría y pericia, ¿puedo saber por qué diablos mencionáis continuamente la sexualidad de un personaje si este detalle no aporta nada a la trama?

Al parecer, la norma de "si no aporta no se incluye" no se aplica en ciertos aspectos como el color de piel, la orientación sexual o el credo practicado.

Muchos autores hacen a menudo un innecesario hincapié en (por ejemplo) la negritud de su personaje. Te recuerdan cada cinco páginas que el sujeto es negro, y que a pesar de ser negro, es una persona. Negra, pero persona.

Cuando me hallo ante algo así, me dan ganas de cerrar el libro y venderlo, porque el propio autor estigmatiza más a su personaje remarcando este aspecto que yo al leerlo.

Aún así, tras comentarlo con algunos lectores, he comprendido mejor qué objetivo puede perseguir un autor al hacer esta reiteración sobre la sexualidad o el color de piel de un personaje: romper la imagen preconcebida.

No nos engañemos: vemos el mundo en base a nuestra realidad más cercana, y si el autor no nos lo especifica, tendemos a imaginar a los personajes acorde al modelo propio de nuestra cultura (en este caso, blancos y heterosexuales).

Por este motivo, muchos autores deciden recordar de tanto en tanto al lector que sus personajes no siguen este canon, sino que son entes diversos. Retomaremos el tema más adelante.

Para que quede bien claro: no tengo nada en contra de incluir minorías en nuestras novelas de fantasía para dar visibilidad a ese colectivo (al contrario, estoy totalmente a favor de que romper el canon), pero si esta inclusión (del personaje) no aporta nada a la trama, es mejor no hacerla a hacerlo y que quede forzado.

Matizaré esta afirmación (sí, edito la entrada para evitar dar pie a malos entendidos). ¿A qué me refiero con aportar algo a la trama? O mejor: ¿qué entiendo yo como innecesario?

Veamos, veo con notable alegría y regocijo que cada vez más aparezcan personajes de diversa condición sexual, religión y color de piel en las novelas. Como dijo Rocío Vega en los comentarios, la fantasía es crucial para dar visibilidad a ciertos colectivos minoritarios.

Así pues, un aplauso por añadir personajes diversos y únicos. Ahora bien, no me gusta encontrarme cuando leo con personajes que son (por ejemplo) transexuales y que no aportan nada más a la trama salvo su sexualidad.

En este caso creo innecesario incluir a dicho personaje. No por su sexualidad, sino porque un personaje que solo está allí para dar visibilidad a los transexuales, sin hacer nada más en la historia, personalmente no me parece necesario, del mismo modo que incluir a un personaje femenino que solo sea "la chica" me resulta innecesario.

Otra cosa es que hables de una jefa de policia trans, que está a cargo de la sección de homicidios y que se ve envuelta en la trepidante búsqueda del asesino del osito de peluche. 

En este caso tenemos a un personaje completo, que juega su papel en la trama, y que además, es transexual. Como decía Dalayn, es mejor crear personajes que, además de su papel en la trama sean (negros, bisexuales, musulmanes...), que no personajes que sean sin jugar ningún papel realmente.

Pero esto también tiene su cara oscura, y es este aspecto el que me llena de ira: cuando un autor decide incluir en su novela a un personaje que rompe el canon solo para granjearse el visto bueno de dicho colectivo.

Suena como: "Eh, mi protagonista es lesbiana. Compra mi novela, que es integradora y moderna. ¿He dicho ya que la protagonista es lesbiana?".

Otra vez el mismo cuento...

Exacto. Suena a reclamo comercial. ¿Por qué sino ibas a recalcarme hasta el hastío un aspecto tan trivial de la vida de tu protagonista? Más aún cuando éste podía haber quedado claro con una simple mención a su expareja, por ejemplo.

O aún peor: esa necesidad casi enfermiza de recordarle al lector el credo de tus personajes puede ser interpretada como una obsesión/intento de enmascarar los propios prejuicios del escritor.

Maticemos también este punto, y retomando con lo que decía más arriba, no es en absoluto negativo dar de tanto en tanto toques de atención al lector sobre cómo es tu personaje. Al contrario, es positivo que no dejes que la mente de un lector divague hacia la piel blanca y la heteronormatividad.

Pero esto debe hacerse sin caer en la constante repetición del tipo: 

María es bisexual, y como es bisexual tiene parejas de los dos sexos. El otro día María, que es bisexual, se encontró con Juan... etc.

Hay maneras muy elegantes de llamar la atención del lector. Pongamos por ejemplo al visonio que aparece en Delbaeth Rising. Los autores lo describen como un hombre de piel negra, y durante la novela, se menciona su color de piel de forma discreta.

Por ejemplo, destacan lo oscuro de su tez del mismo modo que se resalta la palidez de una piel nórdica.

Como ves, toda esta reflexión no viene a impedirte incluir personajes que pertenezcan a ciertas minorías por temor a que que el lector lo vea como un reclamo comercial o un intento de enmascarar prejuicios, sino a transmitir cómo me gustaría y cómo creo que deberían ser representados estos colectivos a fin de integrarlos.

Puedes crear grandes personajes con estas características. Por poner un ejemplo: El marqués de Carabás (Neverwhere) es un hombre de complexión atlética y piel negra. 

Gaiman menciona su color de piel en la primera aparición del personaje, y esto no se vuelve a referirse explícitamente durante la novela. ¿El motivo? Pues que De Carabás es un personaje lo bastante profundo como para que su tez sea lo que menos importe. 

Es una característica más del personaje, como su color de ojos o su edad, que es mencionada con sutil elegancia para que el lector no la olvide.

Lo importante es que su pertenencia a X grupo no sea su única seña de identidad. Sino, lamento comunicarte que estás creando un personaje con la profundidad de Gargamel, y eso no aporta nada a ninguna historia.

Y ahora me gustaría conocer vuestra opinión: ¿compraríais un libro solo porque el protagonista es negro? ¿os parece que remarcar su condición sexual ayuda en algo a visibilizar a estos colectivos e integrarlos?

Ah, y antes de despedirme dar las gracias a los que leyeron la primera versión de esta entrada y me ayudaron con los comentarios a matizarla. Como dijo Excentrya, escribir un artículo controvertido cuesta muchísimo.

¡Nos leemos! ^^

Amortizar el verano como escritor


Se acerca el verano...

Por fin ha llegado esa maravillosa época del año en la cual da pereza hasta salir a buscar el pan. Hace calor y estamos agotados tras todo un año de trabajo; solo nos apetece tumbarnos a la sombrita y descansar.

Y así no se terminan las novelas ni se progresa como escritor.

Lo siento mucho, pero ser escritor es un trabajo de 24h los 365 días del año, así que no puedes desatender esa faceta tuya aunque estés de vacaciones.

Eso no significa que no puedas descansar, eh. Aún si trabajas durante estos meses, la semana tiene suficientes horas para poder prestarle algo de atención a tu faceta de escritor.

Con el fin de que saquéis provecho del verano para mejorar como escritores, he aquí una lista de actividades recomendadas para tener un verano productivo.