Hola, soy un personaje (inserte aquí grupo minoritario) y existo para dar buena imagen de mi autor.
Pocas cosas en este mundo me enervan tanto como el uso comercial de temas polémicos, pero encontrarme semejante estrategia en la literatura me llena de ira.
Estimados lectores: si ser escritor consiste en manejar las palabras con maestría y pericia, ¿puedo saber por qué diablos mencionáis continuamente la sexualidad de un personaje si este detalle no aporta nada a la trama?
Al parecer, la norma de "si no aporta no se incluye" no se aplica en ciertos aspectos como el color de piel, la orientación sexual o el credo practicado.
Muchos autores hacen a menudo un innecesario hincapié en (por ejemplo) la negritud de su personaje. Te recuerdan cada cinco páginas que el sujeto es negro, y que a pesar de ser negro, es una persona. Negra, pero persona.
Cuando me hallo ante algo así, me dan ganas de cerrar el libro y venderlo, porque el propio autor estigmatiza más a su personaje remarcando este aspecto que yo al leerlo.
Aún así, tras comentarlo con algunos lectores, he comprendido mejor qué objetivo puede perseguir un autor al hacer esta reiteración sobre la sexualidad o el color de piel de un personaje: romper la imagen preconcebida.
No nos engañemos: vemos el mundo en base a nuestra realidad más cercana, y si el autor no nos lo especifica, tendemos a imaginar a los personajes acorde al modelo propio de nuestra cultura (en este caso, blancos y heterosexuales).
Por este motivo, muchos autores deciden recordar de tanto en tanto al lector que sus personajes no siguen este canon, sino que son entes diversos. Retomaremos el tema más adelante.
Para que quede bien claro: no tengo nada en contra de incluir minorías en nuestras novelas de fantasía para dar visibilidad a ese colectivo (al contrario, estoy totalmente a favor de que romper el canon), pero si esta inclusión (del personaje) no aporta nada a la trama, es mejor no hacerla a hacerlo y que quede forzado.
Matizaré esta afirmación (sí, edito la entrada para evitar dar pie a malos entendidos). ¿A qué me refiero con aportar algo a la trama? O mejor: ¿qué entiendo yo como innecesario?
Veamos, veo con notable alegría y regocijo que cada vez más aparezcan personajes de diversa condición sexual, religión y color de piel en las novelas. Como dijo Rocío Vega en los comentarios, la fantasía es crucial para dar visibilidad a ciertos colectivos minoritarios.
Así pues, un aplauso por añadir personajes diversos y únicos. Ahora bien, no me gusta encontrarme cuando leo con personajes que son (por ejemplo) transexuales y que no aportan nada más a la trama salvo su sexualidad.
En este caso creo innecesario incluir a dicho personaje. No por su sexualidad, sino porque un personaje que solo está allí para dar visibilidad a los transexuales, sin hacer nada más en la historia, personalmente no me parece necesario, del mismo modo que incluir a un personaje femenino que solo sea "la chica" me resulta innecesario.
Otra cosa es que hables de una jefa de policia trans, que está a cargo de la sección de homicidios y que se ve envuelta en la trepidante búsqueda del asesino del osito de peluche.
En este caso tenemos a un personaje completo, que juega su papel en la trama, y que además, es transexual. Como decía Dalayn, es mejor crear personajes que, además de su papel en la trama sean (negros, bisexuales, musulmanes...), que no personajes que sean sin jugar ningún papel realmente.
Pero esto también tiene su cara oscura, y es este aspecto el que me llena de ira: cuando un autor decide incluir en su novela a un personaje que rompe el canon solo para granjearse el visto bueno de dicho colectivo.
Suena como: "Eh, mi protagonista es lesbiana. Compra mi novela, que es integradora y moderna. ¿He dicho ya que la protagonista es lesbiana?".
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Otra vez el mismo cuento... |
Exacto. Suena a reclamo comercial. ¿Por qué sino ibas a recalcarme hasta el hastío un aspecto tan trivial de la vida de tu protagonista? Más aún cuando éste podía haber quedado claro con una simple mención a su expareja, por ejemplo.
O aún peor: esa necesidad casi enfermiza de recordarle al lector el credo de tus personajes puede ser interpretada como una obsesión/intento de enmascarar los propios prejuicios del escritor.
Maticemos también este punto, y retomando con lo que decía más arriba, no es en absoluto negativo dar de tanto en tanto toques de atención al lector sobre cómo es tu personaje. Al contrario, es positivo que no dejes que la mente de un lector divague hacia la piel blanca y la heteronormatividad.
Pero esto debe hacerse sin caer en la constante repetición del tipo:
María es bisexual, y como es bisexual tiene parejas de los dos sexos. El otro día María, que es bisexual, se encontró con Juan... etc.
Hay maneras muy elegantes de llamar la atención del lector. Pongamos por ejemplo al visonio que aparece en Delbaeth Rising. Los autores lo describen como un hombre de piel negra, y durante la novela, se menciona su color de piel de forma discreta.
Por ejemplo, destacan lo oscuro de su tez del mismo modo que se resalta la palidez de una piel nórdica.
Como ves, toda esta reflexión no viene a impedirte incluir personajes que pertenezcan a ciertas minorías por temor a que que el lector lo vea como un reclamo comercial o un intento de enmascarar prejuicios, sino a transmitir cómo me gustaría y cómo creo que deberían ser representados estos colectivos a fin de integrarlos.
Puedes crear grandes personajes con estas características. Por poner un ejemplo: El marqués de Carabás (Neverwhere) es un hombre de complexión atlética y piel negra.
Gaiman menciona su color de piel en la primera aparición del personaje, y esto no se vuelve a referirse explícitamente durante la novela. ¿El motivo? Pues que De Carabás es un personaje lo bastante profundo como para que su tez sea lo que menos importe.
Es una característica más del personaje, como su color de ojos o su edad, que es mencionada con sutil elegancia para que el lector no la olvide.
Lo importante es que su pertenencia a X grupo no sea su única seña de identidad. Sino, lamento comunicarte que estás creando un personaje con la profundidad de Gargamel, y eso no aporta nada a ninguna historia.
Y ahora me gustaría conocer vuestra opinión: ¿compraríais un libro solo porque el protagonista es negro? ¿os parece que remarcar su condición sexual ayuda en algo a visibilizar a estos colectivos e integrarlos?
Ah, y antes de despedirme dar las gracias a los que leyeron la primera versión de esta entrada y me ayudaron con los comentarios a matizarla. Como dijo Excentrya, escribir un artículo controvertido cuesta muchísimo.
¡Nos leemos! ^^