El vestuario en los mundos de fantasía




Salvo que escribas sobre ninfas del agua, tus personajes van a necesitar un sastre. Y ese eres tú.

Entro los grandes temas olvidados por los constructores de mundos se encuentra el vestuario. "¡Oh! Pero es que eso no aporta nada a la historia". 

Vosotros decid lo que queráis, pero he vistos libros que obviaban tanto la ropa que ésta (curiosamente) solo se mencionaba en las escenas de desnudo.

Además, el vestuario es uno de los elementos más visuales de la cultura de los pueblos, como bien dije en anteriores ocasiones.

Dicho esto, vamos a lío. Y empezaremos por ser terriblemente sinceros con nosotros mismos: la mayoría de los escritores no tenemos ni pajolera idea sobre vestuarioAsumir esto desde un principio nos ayudará a afrontar la magna tarea de vestir a los habitantes de nuestro mundo con una perspectiva realista de lo que nos queda por hacer. ¿Dispuestos? ¡Pues ahí va!

1. Esquimales en el Caribe


Sé que sonará obvio, pero el clima y la geografía condicionarán la forma de vestir de tus personajes, y también los materiales con los que confeccionan sus prendas. Hay que tener esto bien claro antes de empezar, porque sino...


Esto es lo que sucede u_u

Los habitantes de climas fríos tenderán a usar más capas de ropa y tejidos más gruesos que aquellos que habiten en el trópico, cuyo principal interés será conseguir tejidos transpirables y frescos.

Del mismo modo, un pueblo nómada de montaña usará la piel de sus rebaños para vestirse, mientras que los agricultores de las llanuras cultivarán fibras vegetales para confeccionar su vestuario.

Estas particularidades no solo afectan a los habitantes de cada territorio, sino también a los viajeros que los transiten, viéndose obligados a abrigarse o destaparte dependiendo del lugar en el que se encuentren, la cual cosa enlaza con el siguiente punto...


2. Allá donde fueres, haz lo que vieres


Durante sus desplazamientos por el mundo que has creado, tus personajes pasarán temporadas en lugares alejados, cuyas costumbres no se parecerán en nada a las suyas.

Así, del mismo modo que tendrán que adaptarse a las costumbres gastronómicas del lugar, también deberán adecuar su forma de vestir al entorno en el que se encuentran. Se trata no solo de evitar llamar la atención, sino también de ahorrarse una congelación de los meñiques por subir a la montaña con chanclas.

Esto no es válido solo para largos desplazamientos: también engloba misiones de espionaje, visitas a la corte y otros muchos episodios de igual índoleUn ejemplo claro de este segundo caso aparece en Nacidos de la Bruma, de Sanderson:

*Spoiler*

En el primer libro de la saga vemos como Vin adapta su forma de vestir según la misión que desempeña: así, para ir a ligar espiar a las fiestas de los nobles de la ciudad se atavía con vestidos finísimos, y en cuanto sale se los arranca para ponerse la capa de mistborn y saltar por los tejados con Kelsier.

*Fin del Spoiler*

Con todo, muchos escritores suelen mostrarse reacios a que sus personajes se adapten, en especial sus protagonistas, por miedo a que pierdan su esencia. De modo que éstos andan de un lado para otro siempre con la misma camisa cochambrosa y los pantalones de pescar.

Bueno, pues dejad que os diga una cosa: a parte de que no cambiarse de ropa es de guarros (y poco realista) ir por el desierto con una capa de lobo es de Mary Sues y de gilipollas.

Hay muchas formas realistas de que un personaje siga siendo él mismo, con kimono o en batamanta: que lleve anudado a la muñeca el pañuelo de su hermana, que mantenga en el vestir su color favorito... etc.


3. ¡Que soy compañero!


Del mismo modo que el vestuario ayuda a mimetizarse, una determinada forma de vestir permite identificar a tus iguales en cualquier parte del mundo. Sí, estoy hablando de uniformes.

Órdenes religiosas, cuerpos militares y gremios determinados son quienes mayor uso hacen de esta particularidad en el vestir. El objetivo de la ropa en este caso es que se identifique al usuario como miembro de un colectivo, vaya a donde vaya.

Los escudos y las banderas, si bien no son propiamente vestuario, también estarían englobados dentro de esta categoría, pues permiten identificar (para bien o para mal), a los partidarios de cada familia o país.

Ahora bien, el mantenimiento del uniforme no está reñido con el sentido común, y aún conservando su atuendo, los personajes uniformados se adaptarán al clima y a las particularidades de los territorios donde se encuentran.

¿Veis? Melisandre mantiene el rojo, pero se abriga cuando hace falta

Y del mismo modo que una persona puede vestirse como un sacerdote para evitar ser reconocido, el miembro de cualquier orden puede renunciar a su vestuario habitual para evitar que se lo identifique (si es que su orden lo permite, que esto de las religiones y las instituciones es muy chungo...).


4. Esto no es una falda ¡Es un Kilt!


Como dije más arriba, el vestuario es también una de las manifestaciones más visuales de la cultura de un pueblo, así que si quieres realismo en tus mundos de fantasía vas a tener que ser consciente de que las putas de Puerto Esmeralda se visten con pañuelos azules.

¡Ojo! No es necesario que diseñes el traje tradicional de cada maldita comunidad que habite tu mundo, pero sí seria bueno que, si vas a centrarte en las costumbres de un pueblo, dejes caer de forma indirecta alguna mención a como se visten.


Ten huevos de decirles lo que piensas de su falda kilt...

Piensa que la manera de vestir puede ser fuente de conflictos dentro de la novela, y una forma muy visual de marcar que tu personaje es extranjero e ignorante como el propio lector. Y ya que mencionamos los conflictos...



5. En la variedad el gusto


Igual que pasa con los colores y las creencias, lo que para unos es vulgar y zafio, para otros es un bordado digno de los dioses. Cada pueblo valorará de una manera muy distinta las diferentes piezas de vestir, basándose en consideraciones económicas y en las costumbres de su propio pueblo.

Así, para los habitantes de Oriente la seda es un material precioso digno de los reyes, mientras que los pueblos del norte, que asocian la seda al lujo, lo considerarán un tejido propio de las prostitutas y los eunucos.

Esta diversidad no solo enriquecerá tus mundos de fantasía, sino que te ayudará a remarcar la pluralidad y a poner de manifiesto los niveles de tolerancia de unos y otros pueblos.



6. Fortuna, fama y poder


Por último hablaremos de los complementos (de bolsos no, que esto no es un blog de moda...). Colgantes, espadas, alhajas variadas... todo esto también forma parte del vestuario de nuestros personajes y nos ayuda no solo a identificarles, sino a dotarlos de personalidad.

Los complementos dentro de la historia pueden responder a diferentes objetivos y significados:

1- Como identificador: Su función sería la misma que la de los uniformes, pero con un aire más discreto y elegante. En esta categoría podríamos encontrar el medallón de Geralt de Rivia, que le identifica como brujo.

2- Como marca personal: Son objetos cuyo diseño es usado por el personaje como marca personal. Ejemplo de esto podría ser el murciélago, que identifica a Batman.

3- Por motivos sentimentales: El objeto solo tiene significado para su portador. Esto podría ser una media moneda que el protagonista lleva siempre al cuello; nosotros no sabemos el motivo, pero para él tiene un gran valor. También en este grupo entran las armas heredadas de maestros y progenitores.

4- Como muestra de poder: Aquí encontraríamos cetros y coronas, objetos asociados al poder que, más que identificar al personaje como monarca, lo que hacen es remarcar su poder y estatus ante la sociedad. Un buen ejemplo de esto podría ser un personaje que siempre va en camisa por casa pero que se carga de colgantes cuando sale a ver a la emperatriz.



Y con esto doy por concluido el monográfico sobre vestuario, pero antes de despedirme os quiero dejar un par de consejos para paliar en la medida de lo posible nuestro desconocimiento sobre ropajes.

En primer lugar leer. Sí, así de fácil: leed mucho y familiarizaros con el vocabulario usado respecto al  vestuario. No se puede escribir una novela de caballería sin conocer las piezas de la armadura.


¿Veis esas palabras? Pues las tenéis que aprender

En segundo lugar, buscar imágenes compulsivamente. Una vez adquirido el vocabulario específico, lo más importante es saber describirlo. Para estos menesteres, Pinterest es una buena herramienta de consulta. También puedes usar libros de dibujo, sobretodo aquellos centrados en diseño de personajes, que te darán una imagen rápida y visual del conjunto.

Por último, deberías echar un ojo a  exposiciones y libros específicos, sobretodo respecto al vestuario militar, pues como no me cansaré de repetir, el escritor debe conocer detalladamente todo aquello que aparece en su mundo, así que no queda más remedio que aprender cómo se encajan las piezas y cómo funcionan. Lo siento, nadie dijo que fuese fácil escribir fantasía.


Y ahora sí que me callo definitivamente, que bastante lata os he dado ya con este artículo (no me tiréis tomates, que los odio). Espero, no obstante, que os haya sido útil, y si tenéis alguna sugerencia o puntualización dejadla en los comentarios y así aprendemos todos. 
¡Nos leemos! =D

4 comentarios:

  1. Esto es tan obvio pero TAN necesario... Muchos autores parece que se han atascado en un videojuego de rol donde el protagonista no se cambia nunca de ropa xDD O como seguimos viendo tipas en bikini en un paisaje montañoso y nevado (por fortuna esto cada vez menos y más en medios visuales que en libros). Solo recuerdo un libro donde la protagonista se cambiase de ropa, Los Elegidos de Marianne Curley.

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    1. Uy, ya casi ni recordaba ese libro!
      Tienes toda la razón al decir que hoy he escrito obviedades, pero también es cierto que lo más obvio es lo que uno suele ignorar con mayor facilidad, por eso he considerado oportuno dejarlo por escrito: para que ninguna mujer más se vea obligada a hacer alpinismo con pareo XD

      Muchas gracias por comentar!

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    2. El worldbuilding en general son todo obviedades... Solo tienes que ponerte en los ojos del personaje y decir "A ver, que veo" y describir hasta la cosa más ínfima xD

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    3. ¡Cuánta razón! Lo puñetero del asunto es aprender a meterse del todo en los ojos del personaje, para no dejarnos nada. Y aún así los lectores avispados van a pillarnos en más de una ocasión ^^'

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