Folklore en los mundos de fantasía


Porque la política, si es cantada, entra mejor.

Lo que más le gusta a un lector cuando empieza una historia, y más si esta transcurre en un mundo fantástico, es poder sentirse integrado.

Hay muchas formas de conseguir que nuestros lectores se sumerjan en la historia hasta formar parte, pero una de las más divertidas (y que mejores resultados cosecha), es la creación de un folklore rico y diverso.

Es en el ámbito popular donde debemos buscar la complicidad del lector, pues la natural cercanía de este mundo de la gente corriente, aderezado con refranes, rimas, supersticiones y cancioncillas (y de las bromas picantes y escatológicas), nos permite explicar de forma distendida lo que de otra forma resultaría tedioso (como este párrafo, que me ha quedado pedante a más no poder ^^).

A continuación veréis una lista de los diversos usos del saber popular como recurso de cercanía en las novelas de fantasía.


1. Dar profundidad


Primera y principal tarea de un buen folklore es dar vidilla a un mundo que, de otro modo, sería plano y esquemático hasta el aburrimiento.

Sobre la importancia de elaborar una base cultural hablamos con anterioridad, así que no me extenderé en ese aspecto.

Al margen de la religión y del gobierno, existe todo un mundo de tradiciones, creencias y mitos que ayudarán al lector a situarse, a la par que dan a tus personajes algo más de densidad.

Y no solo eso: las leyendas y los mitos pueden serte de gran utilidad para explicar la formación de las montañas, el por qué del nombre de alguna ciudad... Un folklore bien construido te ayudará a cimentar la construcción de una geografía rica e integrada en la historia.

Hay que pensar, además, que estas leyendas o creencias populares pueden ser la base para introducir criaturas de fantasía (o el propio concepto de la magia) en nuestras historias.

Ej: Las gentes de Villa Pinares creen que en el pico de Irión, la montaña más alta de la comarca, habita un extraño caballo alado que, en las noches de luna nueva, sobrevuela el valle. Se dice que quien consigue hacerse con una de sus plumas, de un azul intenso, vivirá una larga vida. 


He aquí la criatura (y una base sólida para meter pegasos en tu historia)

Por si aún no estáis inspirados, os dejo aquí una guía para crear criaturas de fantasía hecha por la Doctora Jomeini.


2. Más vale refrán en mano... que tres páginas de geopolítica


A veces, un dicho popular tiene una capacidad explicativa superior a cualquier charla random entorno a un guiso de faisán.

Puede que George R. R. Martin no esté de acuerdo conmigo, pues al caballero de la gorra le fascina aderezar sus obras con intrincados diálogos sobre las nefastas consecuencias de apoyar a este u a este otro bando en una contienda.


Charla random de geopolítica

Sin embargo, desde mi punto de vista, a la hora de escribir menos es más, así que su puedes ahorrarte cuatro páginas hablando sobre el odio de los Azules a los Rojos con una cancioncilla popular, hazlo. No me lo cuentes, enséñamelo.

Y esto se aplica a casi todo: es más fácil para el lector (y menos pesado), entender una costumbre, ritual o comportamiento en base a refranes y canciones que leyéndose una parrafada enciclopédica del viejete de turno.

Ej: "Hombre honrado y sano, seguro que no es de Milanos" dijo la anciana, refieriéndose a la aberrante conducta de los extranjeros venidos del reino de Milanos.

Con todo, el usar estos recursos no te priva de poder crear elaboradas discusiones en la mesa del consejo real, si es ese tu deseo (aunque ya te advierto ahora de que, en una discusión entre varios, mantener la voz de tus personajes puede resultar un infierno).


3. Ojo que no ve, cancionero que se lo cuenta


¿Qué sería del ser humano sin los chismorreos? Está en nuestra naturaleza el deseo de hacer chanza a costa del resto, sobretodo de los poderosos (El Jueves no ha inventado nada).

Las tonadillas populares, los versos compuestos por trovadores y nobles despechados... Hay infinitas formas de que un rumor acerca de alguien se expanda rápidamente, cantado de taberna en taberna.

Un ejemplo real, podéis oír el poema completo (en catalán)

Como escritores, podemos introducir este tipo de composiciones burlescas para dar al lector una información que, de otro modo, no podría conocer

Ej: "Vaya rey bien coronado, que tenemos por aquí, lleva cuernos de venado por culpa de lord de Olys".

Si nuestros personajes son pícaros ladronzuelos, la única manera de que se enteren de que la reina sube por la noche al tejado para darse el lote con el conde más miserable de la corte, será a través de cancioncillas como esta.

Además, este tipo de composiciones también pueden servir para dar pistas tanto al lector como a los personajes sobre acontecimientos futuros (pistas que no necesariamente han de ser 100% verídicas).


En conclusión: el folklore en nuestras historias sirve para dar profundidad, para evitar parrafadas informativas tediosas, y para dar datos al lector y a los personajes.

Con este breve resumen doy por concluido el post de hoy, que ya estoy abusando de rimas y cancioncillas, y ahora de lo que se trata es de que lo pongáis en práctica vosotros.

¡Nos leemos! ^^

7 comentarios:

  1. Así luego salen canciones tan guays como "El oso y la doncella" (versión española, no la de la serie), que me la sé casi de memoria XD Estoy deseando ver tu refranero :P

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  2. Muy de acuerdo con lo del refrán. A veces son MUY explicativos.
    Genial la entrada, por cierto.
    ¡Un beso!

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  3. Me has enamorado poniendo el ejemplo de Guilem de Berguerà!

    El folklore es importantísimo! Una de mis protagonistas es juglaresa y, con ella y su entorno, intento transmitir la riqueza de cancioncillas, chismorreos y canciones subidas de tono. De esta forma el lector se acerca mucho más al mundo. Como bien dices, prefiero una cancioncilla sobre un rumor específico que una exposición por parte del narrador, que le quitaría ritmo a la narración y su abuso posiblemente aburriría al lector.

    Me ha encantado la entrada de hoy ^^

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    Respuestas
    1. Es que Guillem es el amo ^^

      La verdad es que las canciones te ahorran un montón de explicaciones, y si las introduces bien, puedes aprovechar gran parte del worldbuilding previo.

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  4. Muy de acuerdo con todo, el folklore es necesario para entender la cultura —y culturas—. Somos lo que somos, gracias a los cuentos que nos han contado y las historias que hemos leído.
    Me encanta la parte de hacer chanza, mi si era importante reírse del personal, que en las cortes medievales, los bufones eran los únicos que se reían del rey en su cara sin que los ajusticiasen por eso ;)

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