Si alguien puede enamorar al lector, son los personajes.
El otro día, mientras trataba de relajarme viendo una serie me percaté de dos verdades: la primera, que la cabeza de un escritor está trabajando 24/7. La segunda, que sin un buen diseño de personajes, nuestra novela está condenada a naufragar como un barco cañoneado.
Si no queréis que eso os ocurra...
Antes de entrar en materia creo que es importante dar respuesta a una pregunta: ¿qué entendemos por estética de personajes?
Habitualmente, cuando alguien menciona este concepto, de inmediato pensamos en la industria del videojuego, donde el componente visual es muy importante. O en las series de televisión, en las que gran parte de su inversión se destina a vestuario y caracterización.
Las novelas, si bien no juegan tanto con la estética visual, sí necesitan que diseñes con mimo a todos y cada uno de sus personajes por dos razones fundamentales:
1. Tienen que llamar la atención del lector.
2. Deben diferenciarse entre sí.
Para conseguirlo, ya que el escritor no puede valerse de imágenes, podemos utilizar una serie de trucos:
El epíteto literario
El epíteto literario es el nombre atributivo que un escritor usa para referirse a un personaje concreto y diferenciarlo del resto del conjunto.
Siglos de Historia avalan el uso de este recurso literario y su utilidad en la identificación de personajes. Desde los cantos de Homero, los escritores han vinculado a sus personaje con una característica particular o rasgo distintivo.
Así, en la novela de caballerías Tristán e Iseo, encontramos que la protagonista femenina, Iseo, es llamada "La Rubia" para diferenciarla de otra de las mujeres de la historia, Iseo "la de las blancas manos".
Valiéndose de estos epítetos, los escritores lograban que sus lectores (habitualmente oyentes por causa del analfabetismo) lograran diferenciar sin equívocos a los personajes de los relatos que escribían.
En la actualidad esta técnica sigue estando muy de moda, sobre todo entre escritores de fantasía. Supongo que por ese amor por utilizar apodos para los personajes.
Por citar un ejemplo, en la saga de La Primera Ley de Abercrombie tenemos a un personaje conocido como Nuevededos debido a la pérdida de uno de sus dedos.
Cuando en la saga, cualquier personaje se refiere "al de los nueve dedos", todos los lectores lo asocian directamente con dicho personaje.
Asociación simbólica
Esta técnica consiste en identificar a nuestros personajes con una imagen concreta. Dicha imagen puede ser un objeto, un animal o un símbolo que servirán como firma personal del personaje.
Cuando en la novela tus lectores vean este símbolo, de inmediato lo identificarán con tu personaje. Y esto tiene infinidad de ventajas:
- Ahorramos tener que estar repitiendo su nombre todo el tiempo.
- Podemos usar esta firma personal como pista para hacer sospechar al lector quién está detrás de X acción.
- Lo podemos utilizar para relacionar a nuestro personaje con sucesos que en principio le son ajenos.
Esto se ve con bastante claridad en la saga de Canción de Hielo y Fuego o en la trilogía de Memorias de Idhún. En ambos casos, los personajes principales están asociados con un animal o un símbolo concreto.
Cuando este símbolo o animal aparecen en escena, el lector suele ponerse sobre aviso acerca de la posible implicación del personaje.
Por ese motivo, cuando un lector de Canción ve un león, de inmediato piensa en los Lannister. Y del mismo modo, cada vez que se menciona a un unicornio, los lectores de la trilogía de Laura Gallego se acuerdan de Victoria.
Gamas cromáticas
Esta es tal vez la técnica que guarda más relación con los métodos empleados en series de televisión o por las compañías de videojuegos. Consiste en identificar a un personaje con una combinación de colores concreta.
Los colores pueden representar a un grupo por estar vinculados a un blasón familiar o a la bandera de un determinado país. O bien tratarse de una combinación personal que servirá también como marca del personaje.
Como mencionaba antes, esto es algo que se ve mucho en series y películas. Sobre todo en las que van dirigidas a un público infantil, donde los colores asociados a los personajes se simplifican y exageran.
También en las series para un público más adulto podemos ver el uso de las paletas de color. Por ejemplo, en series como Once Upon a Time se utilizan constantemente combinaciones de colores para identificar personajes, como el que os muestro aquí.
Regina Mills, una de las villanas principales, tiene como base cromática el morado, el rojo oscuro, el negro y el blanco. Todo cuanto la rodea juega con estas combinaciones, desde la ropa que viste, hasta el mobiliario de su casa.
Nuestro objetivo como escritores será plasmar algo así en los textos que escribimos. Pero sin saturar al lector describiendo tonos. Recuerda que estás escribiendo una historia, no el catálogo de color de una marca de pintura.
Para crear una combinación óptima, también llamada paleta de color, utilizaremos las mismas bases que ya os expliqué cuando hablamos de diseño de portadas.
Se trata de crear un abanico de entre dos y cinco colores que sirvan para que, al verlos, el lector los asocie con un personaje concreto. Recordad que cuantos más colores, mayor dificultad entraña representarlos.
Aplicando estos consejos, habremos creado personajes llamativos y diferenciables. Ahora bastará con dotarlos de una marcada personalidad para que se queden para siempre en el corazón de lo lectores.
Pero eso es otro tema y lo trataremos detenidamente en futuros posts.
¡Nos leemos! ^^
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| La protagonista de Horizon Zero Dawn |
Las novelas, si bien no juegan tanto con la estética visual, sí necesitan que diseñes con mimo a todos y cada uno de sus personajes por dos razones fundamentales:
1. Tienen que llamar la atención del lector.
2. Deben diferenciarse entre sí.
Para conseguirlo, ya que el escritor no puede valerse de imágenes, podemos utilizar una serie de trucos:
El epíteto literario
El epíteto literario es el nombre atributivo que un escritor usa para referirse a un personaje concreto y diferenciarlo del resto del conjunto.
Siglos de Historia avalan el uso de este recurso literario y su utilidad en la identificación de personajes. Desde los cantos de Homero, los escritores han vinculado a sus personaje con una característica particular o rasgo distintivo.
Así, en la novela de caballerías Tristán e Iseo, encontramos que la protagonista femenina, Iseo, es llamada "La Rubia" para diferenciarla de otra de las mujeres de la historia, Iseo "la de las blancas manos".
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| Iseo (la rubia) con Tristán siendo espiados por el esposo de esta |
Valiéndose de estos epítetos, los escritores lograban que sus lectores (habitualmente oyentes por causa del analfabetismo) lograran diferenciar sin equívocos a los personajes de los relatos que escribían.
En la actualidad esta técnica sigue estando muy de moda, sobre todo entre escritores de fantasía. Supongo que por ese amor por utilizar apodos para los personajes.
Por citar un ejemplo, en la saga de La Primera Ley de Abercrombie tenemos a un personaje conocido como Nuevededos debido a la pérdida de uno de sus dedos.
Cuando en la saga, cualquier personaje se refiere "al de los nueve dedos", todos los lectores lo asocian directamente con dicho personaje.
Asociación simbólica
Esta técnica consiste en identificar a nuestros personajes con una imagen concreta. Dicha imagen puede ser un objeto, un animal o un símbolo que servirán como firma personal del personaje.
Cuando en la novela tus lectores vean este símbolo, de inmediato lo identificarán con tu personaje. Y esto tiene infinidad de ventajas:
- Ahorramos tener que estar repitiendo su nombre todo el tiempo.
- Podemos usar esta firma personal como pista para hacer sospechar al lector quién está detrás de X acción.
- Lo podemos utilizar para relacionar a nuestro personaje con sucesos que en principio le son ajenos.
Esto se ve con bastante claridad en la saga de Canción de Hielo y Fuego o en la trilogía de Memorias de Idhún. En ambos casos, los personajes principales están asociados con un animal o un símbolo concreto.
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| El unicornio y el dragón de Memorias de Idhún |
Cuando este símbolo o animal aparecen en escena, el lector suele ponerse sobre aviso acerca de la posible implicación del personaje.
Por ese motivo, cuando un lector de Canción ve un león, de inmediato piensa en los Lannister. Y del mismo modo, cada vez que se menciona a un unicornio, los lectores de la trilogía de Laura Gallego se acuerdan de Victoria.
Gamas cromáticas
Esta es tal vez la técnica que guarda más relación con los métodos empleados en series de televisión o por las compañías de videojuegos. Consiste en identificar a un personaje con una combinación de colores concreta.
Los colores pueden representar a un grupo por estar vinculados a un blasón familiar o a la bandera de un determinado país. O bien tratarse de una combinación personal que servirá también como marca del personaje.
Como mencionaba antes, esto es algo que se ve mucho en series y películas. Sobre todo en las que van dirigidas a un público infantil, donde los colores asociados a los personajes se simplifican y exageran.
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| Regina Mills, una villana algo extraña |
También en las series para un público más adulto podemos ver el uso de las paletas de color. Por ejemplo, en series como Once Upon a Time se utilizan constantemente combinaciones de colores para identificar personajes, como el que os muestro aquí.
Regina Mills, una de las villanas principales, tiene como base cromática el morado, el rojo oscuro, el negro y el blanco. Todo cuanto la rodea juega con estas combinaciones, desde la ropa que viste, hasta el mobiliario de su casa.
Nuestro objetivo como escritores será plasmar algo así en los textos que escribimos. Pero sin saturar al lector describiendo tonos. Recuerda que estás escribiendo una historia, no el catálogo de color de una marca de pintura.
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| No necesitas mil tonos (y tus lectores tampoco) |
Para crear una combinación óptima, también llamada paleta de color, utilizaremos las mismas bases que ya os expliqué cuando hablamos de diseño de portadas.
Se trata de crear un abanico de entre dos y cinco colores que sirvan para que, al verlos, el lector los asocie con un personaje concreto. Recordad que cuantos más colores, mayor dificultad entraña representarlos.
Aplicando estos consejos, habremos creado personajes llamativos y diferenciables. Ahora bastará con dotarlos de una marcada personalidad para que se queden para siempre en el corazón de lo lectores.
Pero eso es otro tema y lo trataremos detenidamente en futuros posts.
¡Nos leemos! ^^
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